Cada 14 de mayo, Chile celebra el Día de la Ingeniería, una fecha que trasciende el mero reconocimiento profesional para destacar el rol esencial de esta disciplina en el desarrollo y progreso de la sociedad.
Es una oportunidad para reafirmar cómo la ingeniería, cuando se pone al servicio del bien común –un principio que guía el quehacer de la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Santiago de Chile (USACH)– se convierte en una poderosa herramienta transformadora, capaz de abordar los grandes desafíos de la humanidad.
En un planeta tensionado por la crisis climática, la ingeniería se presenta como un pilar fundamental. Desde el diseño de infraestructuras resilientes hasta la optimización de energías limpias y la gestión eficiente de recursos naturales, los ingenieros e ingenieras asumen la urgente tarea de idear soluciones técnicas que mitiguen el cambio climático y permitan la adaptación a un mundo en constante transformación.
Según la UNESCO, el 89% de los proyectos climáticos respaldados por financiamiento internacional requieren conocimientos de ingeniería, lo que refuerza la necesidad crítica de esta disciplina para alcanzar las metas globales de sostenibilidad.
Paralelamente, la acelerada transformación digital redefine los pilares de nuestra vida cotidiana. También en este frente, la ingeniería lidera el cambio. El desarrollo de tecnologías de la información, la inteligencia artificial, la automatización y los sistemas inteligentes son impulsados por la disciplina, con un énfasis cada vez mayor en su aplicación bajo criterios éticos, inclusivos y centrados en las personas.
Así, la ingeniería se consolida como un pilar del desarrollo digital que la sociedad demanda, asegurando que los avances tecnológicos beneficien al conjunto. Según el Foro Económico Mundial, más del 70% de los empleos del futuro estarán vinculados a habilidades tecnológicas, muchas de ellas cultivadas desde la ingeniería.
El impacto transformador de la ingeniería se evidencia también en su capacidad para democratizar el acceso a tecnologías, generar soluciones accesibles y fomentar emprendimientos de base tecnológica con impacto territorial.
En Chile, más del 60% de los proyectos de innovación tecnológica con alto potencial de escalabilidad provienen del ámbito ingenieril. El vínculo entre la academia, la industria y el trabajo interdisciplinario se revela como un motor esencial para escalar soluciones con un impacto real y tangible en las comunidades, especialmente en áreas como eficiencia energética, tratamiento de aguas, automatización agrícola y movilidad urbana sostenible.
Desde nuestra posición como universidad pública y estatal, en la Facultad de Ingeniería de la USACH asumimos con total convicción el compromiso de formar profesionales y graduados con visión crítica, compromiso ético y un fuerte sentido de propósito, capaces de responder a estos complejos escenarios.
Nuestra facultad es hoy líder en la adjudicación de proyectos Fondecyt en ingeniería, y mantiene convenios con más de 40 universidades en el extranjero, lo que permite fortalecer una formación con perspectiva global, pero con raíces firmes en las necesidades del país. Nuestro quehacer académico no está desvinculado de la realidad: cada clase, cada proyecto, cada investigación busca contribuir activamente a una mejor sociedad y a un planeta más sostenible.
En este Día de la Ingeniería, celebramos no solo el conocimiento técnico, sino el compromiso inquebrantable con el futuro que, desde la Facultad de Ingeniería de la USACH y junto a toda la comunidad de ingenieros e ingenieras del país, ayudaremos a transformar.