Click acá para ir directamente al contenido

Columna de Opinión

El futuro es eléctrico, el presente también

Matías Díaz, académico del Departamento de Ingeniería Eléctrica de la Universidad de Santiago.

  • Comparte
  • Disminuir tamaño de letra
  • Aumentar tamaño de letra
  • Diario Usach

  • Jueves 6 de octubre de 2022 - 16:54

Hace 5 años el vehículo eléctrico tipo Sedan más barato disponible en el país era de $26 millones de pesos, más del doble de su equivalente a combustión. Además, el precio del litro de combustible era de aproximadamente $670 pesos.

Por lo tanto, optar por un vehículo eléctrico por sobre uno a combustión no era conveniente desde el punto de vista económico. La inversión del eléctrico solamente se volvía viable, en términos económicos, solo si se recorren más de 70mil kilómetros al año.

Esta cifra era bastante desalentadora y por ende no era normal ver vehículos eléctricos por nuestras calles. No obstante, todo indicaba que la electromovilidad se tornaría masiva en el futuro cercano. 

Cinco años más tarde, el futuro cercano llegó. Hoy la situación es bastante más auspiciosa para la electromovilidad. El precio del vehículo eléctrico más barato del país es de $23 millones de pesos (Maple 30X), y su equivalente a combustión ronda los $14 millones de pesos (por ejemplo, un suv compacto como el MG ZX). 

El precio del combustible es de $1.300 pesos, mientras que el precio de la energía se ha mantenido en torno a los $110 pesos por kWh (la medida del “litro” de combustible para un auto eléctrico).

La disminución en los precios de los vehículos eléctricos y el importante aumento en los combustibles fósiles, además de las buenas políticas públicas que han mantenido estable el precio de la energía, han hecho que un proyecto de electromovilidad sea más rentable desde los 23.000 kilómetros al año.

Esto quiere decir, que si usted tiene un vehículo y anualmente se moviliza más de 23.000 kms, la electromovilidad es el camino. Por este motivo vemos más buses eléctricos en el transporte público, más taxis con techo verde (programa Mi Taxi Eléctrico), más Ubers-Beats eléctricos, camionetas eléctricas para delivery, etc. 

Al análisis financiero, que ya es favorable, hay que sumar las siguientes ventajas de la electromovilidad:  Emisiones de CO2: un vehículo eléctrico cargado con energías renovables no emite CO2, y uno cargado con “el enchufe de su casa” emitiría solo 9 Toneladas de CO2,  versus las casi 40 toneladas emitidas por un vehículo a combustión interna convencional.

Eficiencia energética: un vehículo eléctrico consume casi 10 veces menos energía que un vehículo a combustión interna, principalmente debido a la alta eficiencia de un motor eléctrico cuando se compara con un motor a combustión.