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Tras el triunfo de José Antonio Kast con un 58,61% en la segunda vuelta presidencial de diciembre de 2025 ante la candidata oficialista, Jeannette Jara, la izquierda chilena inició un proceso de reflexión crítica sobre lo que se describe como su peor derrota electoral desde 1990.

La primera en instalar el tema fue la propia exabanderada, quien durante su discurso, indicó que “es la derrota donde más se aprende y es donde más firme debe ser la convicción democrática". 

Una mirada parecida tuvo el excandidato presidencial y diputado Gonzalo Winter (FA), quien tras el triunfo de Kast planteó que “creo que todos progresistas de Chile tenemos que hacer un largo e incómodo camino de autocrítica. El resultado es muy categórico”.

A su vez, Jara planteó que buscará ser una oposición “propositiva y exigente para avanzar en mejorar la vida de nuestro pueblo. Y al mismo tiempo seremos firmes en proteger lo logrado". ¿La clave? Para la excandidata es “la unidad”.

Pero, ¿Cómo será ese camino? ¿Se transformará en una gran mega coalición? ¿Será Jara el rostro de la oposición? El analista político y director del Departamento de Estudios Políticos de la Universidad de Santiago (Usach), Marcelo Mella, abordó este tema y planteó que la reflexión tras la derrota y cómo se componen los partidos serán claves ante un gobierno de ultraderecha.

“El rol de la oposición depende en gran medida del nivel de respaldo que tenga el presidente electo durante su primer año”, comentó Mella. El analista político profundizó sobre este tema e indicó que, si el futuro mandatario no consigue resultados en el control de la frontera o reducir los niveles de criminalidad del país, además de reducir el déficit fiscal, podría tener un cierto desgaste que puede ser utilizado por la futura oposición.

El académico Usach profundizó sobre este tópico y manifestó que “si el presidente José Antonio Kast no tiene éxito en sus políticas, la oposición puede liderar una visión más crítica, lo que puede contribuir aún más al desgaste de esta nueva administración que se caracteriza por haber generado una variedad de expectativas que no son fáciles de cumplir”. En cambio, si no existen muchas turbulencias y el gobierno del Mandatario Electo logra buenos resultados en su primer año, la “ventana de la oposición va a ser pequeña”.

Eso sí, Mella también manifestó que esta labor tampoco será tan fácil, sobre todo por el contexto actual de la oposición, donde no está claro si existirá un solo bloque político, si habrá una diáspora de partidos hacia el centro o se mantiene la unidad actual.

“No hay que olvidar que los partidos de izquierda se encuentran en una condición de gran debilidad electoral, no tienen ni la votación ni la cantidad de representantes parlamentarios que en la década del noventa y 2000”, analizó.

El analista político comentó que “para que la oposición pueda aprovechar las oportunidades que se generen en este primer año es necesario que resuelva cuál es la constitución y la composición de una coalición opositora, un bloque o dos bloques, si será o no con la DC, si será una oposición por políticas específicas o una mega coalición opositora, son definiciones que todavía los partidos que serán oposición no han tomado y que habrá más claridad en los próximos meses”.

AUTOCRÍTICA Y RECONSTRUCCIÓN

En tanto, para la socióloga y analista política Eugenia Dos Santos, académica de la Facultad de Humanidades de la Universidad de Santiago de Chile, la oposición “sale bastante dolida de esta elección, la reflexión activada a partir de esta derrota se debe realizar, debe existir una autocrítica”.

Para la académica Usach, ante el amplio triunfo del republicano, es necesario hacer una reconstrucción. “Debe existir un cuestionamiento de la propia coalición, el Frente Amplio deberá tener sus reflexiones, todos los involucrados, inclusive cambiar algunas retóricas, que creo que se quedaron en el pasado, y deben actualizarse dentro de las democracias globales y del peligro que significa la ultraderecha para esas democracias”, señaló.

Sobre cuál será el foco que tendrán los partidos salientes de gobierno desde el 11 de marzo, la analista política aseguró que “así como uno tiene que aprender a ser gobierno, uno tiene que aprender a ser oposición, la oposición que cumplió la izquierda durante el gobierno de Sebastián piñera no fue muy diferente de la oposición que creó la derecha durante el gobierno de Gabriel Boric”.

Para Dos Santos el gran desafío es cómo se abordará la oposición ante un gobierno de ultraderecha. “Pienso que el papel de la oposición va a ser más grande en la defensa de los avances que han existido en la sociedad chilena, si es que hay un peligro de retroceso, y también una mirada más de austeridad, de comprender al gobierno que se impuso y saber que ese gobierno fue electo con una mayoría de votos que los responsabiliza por los cambios que vienen para el futuro de Chile”, afirmó.

LA FIGURA DE JARA

Con más de cinco millones de votos en la elección presidencial recién pasada, Jeannette Jara surge como una clara opción de ser la cara de la oposición. Para Mella puede ocurrir que la excandidata “se transforme en la líder de la oposición, dependiendo de las dinámicas de convergencia y la reflexión que hagan los partidos de la futura oposición respecto de cuál es el tamaño y la composición del bloque oposición del gobierno de José Antonio Kast”.

En tanto, para Dos Santos Jara salió “bastante dolida de esta elección. Quedó bastante lejos de Kast, por lo que creo que hay que repensar quién puede ser la vocera de la oposición”. La académica Usach planteó que “antes de pensar en liderar la centroizquierda, primero tienen que pensar dónde estuvo su error de no poder representar los deseos de la población”.

Para Mella quién tome este rol protagónico deberá saber que es sumamente desgastante. “No hay que engañarse porque la conducción es una función que seguramente va a tener mucho desgaste al tener que administrar esos espacios políticos integrados por partidos de izquierda con intereses distintos”, concluyó.