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La Corte Suprema de Argentina rechazó el recurso presentado por la expresidenta Cristina Fernández (2007-2015) y confirmó la condena a seis años de prisión e inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos, dictada contra ella en 2022 por irregularidades en la concesión de obras viales.

Tras esta decisión, adoptada por unanimidad por los tres jueces del Supremo, Fernández podría ser detenida en las próximas horas o días para cumplir la condena, que la expresidenta ha calificado como un caso de 'lawfare', es decir, persecución judicial y política.

“Lo que está pasando en Argentina es como el nuevo ´nunca más´. En 1985 se le dijo nunca más a las violaciones de derechos humanos y la Justicia actuó en esa dirección y metió presos y condenó a los militares de la dictadura. Bueno, ahora la justicia está diciendo nunca más a la corrupción y está poniendo, declarando, dejando en firme la sentencia por la cual fue condenada por corrupción Cristina Kirchner”, comentó el analista internacional, Pablo Lacoste, académico del Instituto de Estudios Avanzados de la Universidad de Santiago de Chile (Usach).

Para el experto, la condena contra la expresidenta podría generar movimientos sociales al otro lado de la cordillera en rechazo a la acción judicial.

“Ahora hay que ver si ella, con todo el poder que mantiene todavía, logra movilizar a las bases peronistas y generar un estallido social y un colapso para tratar de que eso sea inviable. Eso es lo que vamos a ver. A ver si la justicia puede resistir los embates”, sostuvo.

Cabe señalar que la “causa vialidad” investiga el presunto direccionamiento de obras públicas en la provincia de Santa Cruz, favoreciendo al empresario Lázaro Báez. En este proceso, Fernández fue condenada por administración fraudulenta, mientras que fue absuelta por el delito de asociación ilícita.

Con 72 años, Cristina Fernández tenía planes de postularse como diputada provincial por Buenos Aires en las elecciones del 7 de septiembre. Sin embargo, la confirmación de la condena la inhabilita para presentarse como candidata, aunque no haría prisión efectiva.

“Es difícil que vaya presa por ancianidad, tiene más de 70 años, por lo tanto, no parece que vaya a ir presa, seguramente va a apelar y bueno va a tener prisión domiciliaria, por lo tanto, eso no creo que sea una opción”, sostuvo Lacoste, quien aseguró que esta condena es una señal anticorrupción que traspasa las fronteras argentinas y es un llamado de atención para todo el continente.

“De alguna manera puede marcar un punto de inflexión, un antes y un después. Frenar la corrupción en América Latina, así como en su momento se frenó la violación del derecho humano, ahora se frena la corrupción, es un nunca más. Hoy es un día de nunca más”, comentó el analista internacional.