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La expresidenta Michelle Bachelet reiteró sus condolencias a la familia del exmandatario Sebastián Piñera durante el homenaje en el edificio del exCongreso Nacional de Santiago y les hizo saber que en “este duro momento hay un país y un Estado que los acompaña”.

“Hoy es el Estado el que despide a uno de sus más destacados protagonistas, la construcción colectiva de nuestro presente simplemente no sería la que conocemos sin su sobresaliente participación”, recalcó.

En ese sentido, destacó que “Sebastián hizo su propio camino, tomando decisiones, haciendo suya la primera de las libertades: la de elegir, sobre las cuales podrá haber distintas visiones, pero lo que nunca Sebastián hizo fue restarse”.

“Así comenzó como un líder político que revindicó una mirada cristiana de centro y luego decidió robustecer la alternativa de una derecha liberal para Chile, no lo hizo teóricamente fue un actor político que tuvo que enfrentar enemistades e incluso amenazas inaceptables”, añadió.

Además, comentó que en “cada candidatura presidencial siguió ofreciendo esa libertad de elegir lo que consideró correcto, en las urnas reunió dos veces las preferencias de un país que buscaba alternancia y que se inclinó pro el camino que él encarnaba”.

“Si bien, Sebastián Piñera ocupó varios cargos mediante la legitimidad del voto, como jefe de Estado tuvo el honor de trabajar por todo su país, desde esa posición fue de donde más desplegó sus grandes capacidades, pero fue también desde donde pagó el precio más alto de ser autoridad”, expresó la exmandataria.

Asimismo, relató que “conocía a Sebastián Piñera en diferentes momentos de nuestras vidas y del país, quiero destacar en él un interlocutor capaz de dialogar, de escuchar críticas, de argumentar y por supuesto que tuvimos diferencias políticas como las tiene cualquier persona que decide entrar en el debate de las ideas portando sus principios y sus visiones, pero quiero destacar algo que nadie podrá arrebatarle al presidente Piñera, las diferencias no le incomodaban su corazón liberal las alentaba”.

La expresidenta señaló que “con esa misma franqueza que el honraba y que siempre tuvimos los dos, debo decir que también hubo momentos de nuestra convivencia que vivimos desde posiciones diferentes (…) pero sin duda el estallido social fue la prueba más exigente para todas las instituciones y fuerzas políticas de Chile, como siempre el presidente Piñera se abrió a conocer otras visiones”.

“Fue él quien invitó a naciones unidas a elaborar un informe riguroso y con recomendaciones para abordar las graves violaciones a los Derechos Humanos”, afirmó.

En tanto, el exgobernante Eduardo Frei Ruiz-Tagle, quien también participó en la ceremonia, señaló que  Piñera “fue un innovador y exitoso empresario, senador, presidente de Renovación y jefe de Estado, una persona de múltiples facetas, de gran inteligencia, de gran creatividad, que vivió intensamente y que siempre tuvo la inquietud por buscar oportunidades para desarrollar proyectos en los cuales trabajaba con gran tesón hasta convertirlos en realidad”.

“Su voz siempre fue escuchada y respetada, y muchas iniciativas que significaron progreso para el país llevan su impronta”, destacó.

Asimismo, enfatizó que “fue un demócrata ejemplar y encarnó fielmente la tradición republicana de quienes históricamente han tenido el privilegio de liderar el destino de nuestro país”.

“Fue un líder para toda la nación, el destino quiso que en sus dos gobiernos debiera lidiar con tres situaciones muy desafiantes” y recalcó que su “conducta política fue reflejo fiel de un hombre preocupado por todos los asuntos públicos de Chile, en los últimos meses conversamos en múltiples oportunidades y puedo dar fe que hasta el final de su vida mantuvo vivo su interés por Chile y en la suerte de cada uno de sus compatriotas”, indicó.

“El mejor homenaje que le podemos hacer es que en nuestra tierra reine la grandeza, que cesen las pequeñeces y las profundas descalificaciones personales”, subrayó.