Las semanas que restan de diciembre y enero serán decisivas para la conformación del primer gabinete del presidente electo José Antonio Kast, de cara a su llegada a La Moneda el próximo 11 de marzo de 2026.
Mientras la Oficina del Presidente Electo (OPE), instalada en una casona de Las Condes, afina el diseño de los equipos que asumirán el gobierno, el foco está puesto tanto en los nombres que suenan para ministerios clave como en el perfil del círculo más cercano que acompañará al mandatario en el arranque de su administración.
El trabajo preliminar comenzó tras la primera vuelta y ha sido encabezado por el coordinador general de la campaña, Alejandro Irarrázaval, aunque en el entorno republicano subrayan que las decisiones finales recaerán en Kast y su núcleo de confianza. La apuesta del Partido Republicano es evitar un periodo de adaptación prolongado y comenzar a gobernar con rapidez, una lógica que también se extiende a la revisión de cargos territoriales como delegados presidenciales y seremis, tarea encomendada a Sebastián Figueroa, estrecho asesor del presidente electo.
Más allá de los nombres propios, el énfasis está en las carteras estratégicas que marcarán el rumbo del Ejecutivo y darán forma a su comité político. Según publicó El Mercurio, en Hacienda uno de los nombres que suena con mayor fuerza es el del economista Jorge Quiroz, principal articulador del programa económico de Kast y figura clave durante la campaña.
Su eventual llegada a Teatinos 120 sería leída como una señal de blindaje político frente a la oposición, aunque también se le menciona como alternativa para Economía, cartera donde aparece igualmente el economista Bernardo Fontaine, encargado de preparar las medidas para los primeros 90 días de gobierno.
En Interior y Seguridad, eje central del proyecto republicano, el nombre que concita mayor consenso es el del exministro UDI Claudio Alvarado, con larga experiencia parlamentaria y presencia permanente en el comando desde el inicio. Alvarado también aparece como carta fuerte para la Secretaría General de la Presidencia (Segpres), ministerio clave para la relación con el Congreso. En Cancillería, en tanto, se mencionan figuras cercanas a Kast como Darío Paya, junto a alternativas provenientes de Chile Vamos, entre ellas Teodoro Ribera o Felipe Larraín.
Otros nombres que circulan son la periodista Mara Sedini, quien tomó protagonismo como vocera en la recta final de la campaña y podría asumir ese rol o bien una subsecretaría ligada a infancia; el ingeniero y exintendente Martín Arrau, perfilado para Obras Públicas tras coordinar el eje de infraestructura; y el arquitecto Iván Poduje, favorito para Vivienda. También se menciona al exalcalde Germán Codina para Interior o alguna cartera social, además de la posible incorporación de representantes de Amarillos, Demócratas y el Partido Social Cristiano.
A ellos se suman figuras del círculo más cercano del presidente electo, como la secretaria general de Republicanos, Ruth Hurtado; la encargada programática Carmen Soza; María Jesús Wulf, quien encabezó la redacción del programa social; y el asesor estratégico Cristián Valenzuela. También aparecen los exconsejeros constitucionales Beatriz Hevia, Sebastián Figueroa y Antonio Barchiesi, quienes cumplieron roles relevantes en la campaña.
Para la analista política y académica de la Escuela de Gobierno y Administración Pública de la Universidad Mayor, Rocío Zepeda, el desafío del nuevo gobierno no es menor. “Las expectativas están altas, no hay un voto ideológico acá, es un voto coyuntural, es un voto de confianza que está esperando que él haga cosas pronto y que cumpla sus promesas”, advierte en conversación con Diario Usach.
En ese contexto, explica que el propio entorno de Kast ha buscado moderar el clima político tras el triunfo electoral: “Han salido a bajarle el perfil a todo esto, porque saben que cuando la expectativa está muy alta, más fuerte es la caída también”.
Zepeda descarta, además, la posibilidad de un gabinete transversal. “No hay posibilidad de que el gabinete sea más transversal, se espera un gabinete que sea representante de la fuerza política que se eligió democráticamente”, sostiene, anticipando una línea coherente con el proyecto republicano.
A su juicio, los primeros meses estarán marcados por tensiones: “Va a ser súper difícil equilibrar la expectativa con la base de apoyo y ampliar las bases de apoyo. Se les vienen unos primeros meses difíciles por el nivel de expectativa y por promesas que no tienen mucha viabilidad”.
En ese escenario, la académica identifica los ministerios que estarán bajo mayor escrutinio público: “Interior, Seguridad, Economía y Desarrollo Social van a ser los más observados. Ahí vamos a ver quiénes ponen y cómo funcionan, incluso si responden a una sola persona o si se opta por figuras con doble rol en temas críticos”.
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