Es probable que, en muchas ocasiones, usted ya haya escuchado hablar sobre la vitamina D y de su vinculación con la luz solar. A su vez, es posible que ya sepa de investigaciones que sostienen que un gran porcentaje de chilenos y chilenas que presentan un déficit de esta sustancia. ¿Pero por qué este hecho es algo que debería “encerder alarmas”?
Según el National Institutes of Health (una de las agencias de salud más importantes de Estados Unidos), la vitamina D es un nutriente fundamental para la salud de los humanos debido su rol en la absorción del calcio y que, en términos simples, se concretiza en huesos fuertes.
Por lo mismo, su presencia es vital para la prevención de enfermedades como la osteoporosis. Además, el organismo internacional indica que esa sustancia es importante para que el sistema inmunitario sea capaz de combatir las bacterias, para el correcto movimiento de los músculos y para que los nervios puedan transmitir los mensajes que se emanan desde el cerebro.
Ahora, en el inicio de esta nota hacíamos mención que muchos habitantes del país no tienen los índices adecuados de vitamina D. De hecho, según la Encuesta Nacional de Salud de 2016-2017, el 84% de las mujeres entre 15 y 49 años presentó algún déficit de este nutriente y un 16% de ese total, expresó una ausencia severa. A su vez, el estudio señaló que solamente el 13,4% de los adultos mayores indicó niveles aceptables para esta vitamina.
Sobre esta situación, Tito Pizarro, médico cirujano con especialidad en Pediatría, y académico de la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad de Santiago, comenta que esas cifras “reflejan un problema de salud pública”. Además, en conversación con Diario Usach, el facultativo puso sobre la mesa una temática que resulta vital y que vincula a esa vitamina con la luz que emana el sol.
Para entender más, un informe llamado “Protección solar y síntesis de la vitamina D: buscando el equilibrio”, escrito por Jessica Cárdenas y publicado por el Instituto de Salud Pública (ISP), explica que la vitamina D es un “micronutriente liposoluble que se acumula en el tejido adiposo del cuerpo, y se le considera más una hormona que una vitamina esencial, en el sentido de que puede ser producida por el organismo a partir de la exposición cutánea de la radiación solar UVB y no solo adquirirla tras el consumo de fuentes exógenas (alimentos, suplementos alimenticios)”.
Con esa definición, se entiende lo que el doctor Pizarro sostuvo a este medio: “en Chile hay poca exposición solar ya que la gente se mueve poco y se queda, más bien, encerrada en sus casas. Y cuando se transporta, lo hace en sus vehículos privados o en transporte público. Es más, en las personas que viven en el sur los déficits de vitamina D son mayores por el clima”.
Y eso no es todo, ya que el profesional también sostiene que el cada vez mayor uso de factores solares también aportan dificultades para que los índices de la sustancia puedan llegar a ser los adecuados. “Esas cremas hacen más difícil la absorción y la síntesis de vitamina D en la piel”, plantea.
Pizarro también señala que las personas que tienen tez morena también son proclives a no tener buenos índices de este nutriente por su dificultad para poder sintetizar la vitamina.
¿CÓMO LOGRAR UNA ADECUADA INGESTA DE VITAMINA D?
El médico cirujano explicó que la recomendación es tener una exposición diaria a la luz solar que se extienda entre 10 a 15 minutos (por las mañanas, entre las 10.00 am y las 15.00 pm), y dijo que, en la temporada invernal, ese tiempo se puede extender por algunos minutos debido a la abundancia de cielos nublados. Aquí, el profesional expresa que el mayor cuidado debe recaer en los adultos mayores, los menores gestantes, en quienes padecen enfermedades crónicas, obesidad y los niños y niñas.
Y el tema de una adecuada exposición a la luz del sol no es menor, ya que según explica el facultativo de la Usach, “la ingesta de productos alimenticios no juega un rol importante para lograr buenos índices de vitamina D. Algunos pescados (como el salmón o el atún) y la yema del huevo sirven”.
Eso sí, el cirujano destaca algunas medidas que se están aplicando para que esta realidad nacional comience a cambiar: “desde el año pasado, Chile inició un programa de fortificación alimenticia, a través de un reglamento emanado desde el Minsal, y que ha ayudado a resolver grandes problemas de la salud pública. Aquí entran las leches, los productos lácteos y las bebidas vegetales que fueron fortificadas con esa vitamina, y ahora, recientemente, también se está aplicando a las harinas, ya sea para los alimentos que se producen en el país o que se importan desde el extranjero”.
LOS RIESGOS DE TENER POCA VITAMINA D EN EL CUERPO
Tito Pizarro explica que, como una de las principales funciones de la vitamina D está asociada a la construcción del esqueleto, su déficit (sumado a la falta de ejercicios) puede producir enfermedades graves en el sistema óseo muscular.
“En los niños, la falta de esta sustancia se asocia a una dolencia llamada raquitismo y, en los adultos, a la osteomalacia (en la cual los huesos se vuelven blandos y débiles por una deficiencia en la mineralización)”, indica.
Ahora, el médico clarifica que en Chile esas condiciones no se dan tanto, pues en el país se habla de faltas moderadas o leves. Eso sí, asevera que no se debe despreocupar la situación ya que la falta de vitamina D afecta al crecimiento de los huesos, la estructura osteomuscular, al sistema inmunológico, metabólico, a distintos órganos y se vincula, también a distintas enfermedades. “Recientemente se asoció, por ejemplo, a un aumento de mortalidad por Covid-19. Además, está vinculado a la obesidad, situaciones cardiovasculares, distintos tipos de cáncer”, asevera.
¿Qué se hace en caso de tener bajos índices de vitamina D en el cuerpo? Pizarro manifiesta que antes estas situaciones, que se revelan a través de exámenes, lo más seguro es que se tendrá que ingerir fármacos recetados por un tiempo específico, esto “pues los déficits están asociados a enfermedades importantes que se pueden corregir”.