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El reconocido artista Zenén Vargas es el creador de uno de los íconos visuales más entrañables de Santiago: los carteles de las micros amarillas. Durante más de 50 años, su tipografía única, sus composiciones a mano y el uso inconfundible de colores marcaron la memoria de la ciudad y de generaciones de pasajeros.

Aunque las micros amarillas dejaron de circular y la tecnología de los buses eléctricos se traslada por la ciudad, su arte sigue recorriendo calles y recuerdos. En esta muestra, el maestro, reconocido como “patrimonio vivo de la comuna de San Joaquín y figura cultural del barrio Franklin” presenta más de 300 carteles originales, piezas que guiaron recorridos tan diversos como Tobalaba, Renca, Maipú o Puente Alto entre 1992 y 2007.

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“Tenía varios de esos letreros en mi memoria, porque eran clásicos de las calles de Santiago, como las de Mapocho o el Matadero Palma. Hay muchos que los tenía anotados o tuve que recopilar información para rehacerlos.  Pero la gracia es que todos los letreros son hechos a mano y con la técnica de ‘mano alzada’ y con sus recorridos originales”, sostiene le artista en conversación con Diario Usach.

Cada cartel es un fragmento de historia urbana y un testimonio del vínculo entre oficio, cultura popular y territorio. Por lo mismo, hasta el 19 de octubre el centro cultural Factoría Santa Rosa, en pleno Barrio Franklin, abre sus puertas para celebrar esta herencia gráfica, preservando la memoria colectiva de una ciudad en constante transformación.

“Las personas que han visto la exposición me han dicho que les trae recuerdo de cuando estudiaban, cuando tomaban esas micros para ir al colegio, incluso han conocido a sus parejas al interior de esas micros y los carteles eran partes fundamentales. Entonces es un recuerdo muy bonito de las micros que recorrían Santiago en otros años”, sostiene el artista.