La noche del domingo 22 de septiembre de 2004, el canal de televisión norteamericano ABC estrenaba el primer capítulo de Lost, la icónica serie que narraba las desventuras de un grupo de sobrevivientes del malogrado vuelo 815 de Oceanic Airlines en medio de una isla selvática en el océano Pacífico y que fue creada por los escritores estadounidenses J.J. Abrams, Carlton Cuse y Damon Lindelof.
Tras eso, vino el fenómeno: su primera temporada alcanzó un promedio de 16,1 millones de espectadores solo en Estados Unidos. Cinco temporadas más (seis en total entre 2004 y 2010), alcance mundial, fama para sus protagonistas, seis premios Emmy, un Globo de Oro, dos del Sindicato de Actores y muchos otros más. Todo, gracias a la historia que se emitía a través de la televisión, con un capítulo de estreno a la semana.
El éxito de Lost se produjo hace 20 años, antes de la explosión de las redes sociales y antes de la proliferación de los servicios de streaming (como Netflix, MAX, Disney + o Apple +, por nombrar algunos). Y, luego dos décadas, hay muchas cosas que han cambiado en el mundo de la TV.
“Lo que cambia Lost es la manera de escribir, de hacer un guion de serie, de cuál es el lugar en que se filma, el peso de la cámara, es una narrativa en sí. Ahora, si nos referimos a las modalidades de consumo de series, además del programa mismo, hay que considerar la economía misma con las plataformas”, señala Antoine Faure, director de la Escuela de Periodismo de la Universidad de Santiago (Usach).
Por su parte, el periodista y experto en cine y televisión, Rodrigo Álvarez Araya, resalta que, lo que hizo Lost en el 2004, fue el aporte de la tecnología al servicio de un show televisivo: “En esos años no existía la preponderancia que hoy tienen las redes sociales. No había una red social, pero existió una página web muy activa que nos permitió saber la vida de los personajes, el ‘backstory’ de cada uno de ellos para saber quiénes eran, sus relaciones, conocer el mapa de los protagonistas, etc. Recordemos que J.J Abrams (quien estuvo a cargo de las tres primeras temporadas, dijo ‘tenemos una isla, un avión que se cae’ y nosotros nos preguntamos ¿cómo va aguantar una serie, tres o cuatro temporadas con esto? Y sin embargo, como los recuerdos anteriores, y con los flasbacks, el showrunner logró que la isla fuera un personaje más, nos cautivó y quedamos atrapados en el misterio”.
Es importante resaltar que la aparición de Lost en la televisión norteamericana se dio en un momento en que la industria televisiva de ese país estaba cambiando: “En ese tiempo, Netflix estaba agazapado esperando que llegara la banda ancha para poder emitir películas. Todavía existía el arriendo de VHS. Y ahí estaba Netflix esperando, lo que se mezcla con la primera red social, los foros en la web, como un espacio activo para los fans”, indica Álvarez.
LA TELE DE ANTES Y LOS FOROS DE INTERNET
Los fanáticos aumentaron de manera exponencial en el mundo, y semana a semana esperaban el estreno del capítulo semanal. Esa forma de consumir series cambió mucho con el devenir la tecnología al servicio de los contenidos de tv. En este sentido, Antoine Faure, explica que “ya no hay tiempo de espera, se pueden hacer atracones, de mirar muchas veces o muy rápidamente todos los capítulos de un programa”.
Hoy, esa manera de emisión está cambiando para volver, de alguna manera, al modelo anterior (con estrenos de un capítulo por semana, como por ejemplo, en los casos de “El Pingüino” o “La Casa del Dragón” en MAX), lo que ha reflotado que los fanáticos realicen sus comentarios en redes como X, Instagram, Tik Tok o Facebook.
(Foto: 20 minutos.es)
¿Cuál es el aporte de Lost ahí? Álvarez asevera que la historia de los pasajeros sobrevivientes del vuelo Oceanic 815 “transformó a un espectador en un fan. Podríamos decir que Lost inauguró el contenido brandeado porque a través de las historias de sus personajes y sus especulaciones, generó adicción entre sus seguidores, los hizo conversar de manera apasionada, generando el mismo interés (‘engagement’) que producen los integrantes de una banda de rock con el contenido de sus canciones, su imagen, su gráfica. Pensemos que estamos en 2004, y que Youtube apareció dos años más tarde, en 2006. Por eso los foros fueron importantes, porque sirvieron para que los fanáticos se encontraran entre ellos y formaran comunidad”.
LOST EN EL 2024
Para Rodrigo Álvarez, la pregunta a responder es si Lost es una serie que ha envejecido bien. Y ante esto, afirma que “hay que verla hoy” y recalca que estoy es fácil ya que actualmente está disponible en los catálogos de Disney + y Netflix, aunque esta última plataforma no la promociona.
“Lost es uno de mis programas favoritos, pero si hablamos de este siglo, y consideramos elementos como la dramaturgia (más otros factores que influyen), surgen títulos como Los Soprano, Breaking Bad y The Wire. El show de J.J. Abrams, por su lado, tiene lagunas a lo largo de su desarrollo. Tal vez, su primera temporada puede competir con cualquiera en términos de calidad de producto”, afirma.
Antonine Faure, por su lado, también sostiene que Lost es una de las grandes series de los últimos 30 años. Pero, a la hora de comparar, sostiene que producciones como Twin Peaks, fueron las que dieron los primeros pasos a la hora de hacer narrativas. También destaca las temporadas de Games of Thrones y The Wire. Pero, al igual que Álvarez, sostiene que Lost “dejó una huella muy grande en la historia de las series”.