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En un momento clave para la educación superior chilena, la Universidad de Atacama inició un proceso histórico que marcará un antes y un después en su estructura institucional. Tras más de cuatro décadas regida por los estatutos impuestos en 1981, durante la Dictadura Militar, la casa de estudios da paso a la implementación de un nuevo estatuto orgánico que busca democratizar la toma de decisiones, fortalecer la participación de todos los estamentos y proyectar un modelo de desarrollo más inclusivo y territorial.

Este hito tiene un valor simbólico aún más profundo para quien hoy lidera la institución. El rector Forlín Aguilera Olivares no solo es académico, sino también un exdirigente estudiantil que, durante su juventud en la Universidad de Tarapacá, participó activamente en las luchas por la democracia interna, la autonomía universitaria y la incorporación de la triestamentalidad en los órganos de gobierno. Aquellas convicciones vuelven hoy con fuerza en un nuevo escenario, esta vez desde una rectoría.

 En esta entrevista con Diario Usach, Aguilera reflexiona sobre los principales hitos del proceso de implementación del nuevo estatuto, los desafíos institucionales que se avecinan y cómo este cambio representa no solo una transformación legal, sino también una deuda histórica con el espíritu democrático que durante años defendió desde las aulas y las calles.

 - ¿Qué significa para usted y qué desafíos trae para la Universidad de Atacama este nuevo proceso?

- Se trata de un proceso relevante y necesario para nuestra universidad, como también para las universidades del Estado en general. Estos nuevos estatutos llegan a reemplazar los que estaban vigentes desde 1981, es decir, hace más de cuatro décadas, y tanto el mundo como las propias universidades, y en este caso la Universidad de Atacama, ha cambiado mucho en estas últimas cuatro décadas.

 - Es un paso significativo a más democracia al interior de la casa de estudios…

 - Los nuevos estatutos nos permiten modernizar y actualizar la forma en que se establece, se elige y rige el gobierno universitario. Es preciso mencionar que las universidades del Estado nacen con el fin de contribuir al fortalecimiento de la democracia, al desarrollo sustentable e integral del país, y al progreso de la sociedad en las diversas áreas del conocimiento. Pero para cumplir este deber, creo que las universidades, por una responsabilidad inherente, deben cultivar en sí los mismos valores de la democracia. La implementación, en este caso, de los nuevos estatutos, se nos presenta a la universidad como un gran desafío. Los cambios, aunque sean los más favorables, siempre van a costar, y en este sentido lo asumimos con gran convicción porque confiamos en la madurez de nuestra institución y también de nuestra comunidad universitaria.

 - En términos prácticos, ¿cómo se está llevando a cabo este proceso? ¿En qué etapa están dentro de la universidad?

- Nos reunimos con la dirigencia estudiantil, con las decanaturas, con las dirigencias de las asociaciones gremiales, para de manera directa ir resolviendo cualquier duda de cualquier estamento en este enorme proceso que se lleva por delante. También se solicitó que fueran portavoces en sus bases de este relevante hecho histórico de nuestra institución. Hemos ido desarrollando distintas plataformas oficiales como nuestra página web, correo electrónico, redes sociales donde vamos informando cada uno de los avances de este proceso.

 - ¿Cuál ha sido el rol del estudiantado en este nuevo proceso y cómo la universidad va a incentivar que tengan un rol activo?

 - Ese es otro gran desafío que tenemos, ya que no cabe duda de que en los últimos procesos eleccionarios de la dirigencia estudiantil la participación ha sido más bien baja. No obstante, se han tomado medidas por parte de la Comisión Electoral Triestamental, que es quien, de manera autónoma, lidera este proceso. Ellos han decidido, con la finalidad de poder promover y facilitar una mayor participación estudiantil, la socialización del proceso.

 Dado el compromiso que ha demostrado la actual dirigencia estudiantil, confío en su poder de convocatoria que ellos tienen, el que sin duda propenderá una mayor participación de compañeras y compañeros. Estamos también en una etapa de socialización del proceso, de las fechas, y nuestro llamado es a informarse y a participar, ya sea como candidato o candidata, o también apoyando a quien usted, o en este caso cada integrante de nuestra comunidad estudiantil, defina como sus representantes. Preliminarmente en este sentido hemos percibido el interés del estudiantado en cuanto a conocer sobre el nuevo proceso.   

 - ¿Qué significa para usted, tanto en lo profesional como personal, encabezar este proceso histórico al interior de la Universidad de Atacama?

 - Es un honor poder encabezar este proceso, porque le hace total sentido a mi forma de liderar las organizaciones, como lo he mostrado en mi historia de vida. Tengo la plena convicción de que dotar de mayor democracia a las organizaciones las fortalece y entrega mayor sentido y pertenencia a quienes las integran. Esta convicción tiene su origen a inicios del 2000, época en la que como dirigente estudiantil universitario de la Universidad de Tarapacá y luego como presidente de la Federación de Estudiantes de la misma universidad, una de las grandes banderas de lucha que impulsábamos era la demanda de una mayor democracia y triestamentalidad en la toma de decisiones del gobierno universitario.

 Un cambio que no pude ver en esa época como dirigente estudiantil, pero que hoy como rector de una universidad del Estado, como la Universidad de Atacama, tengo el privilegio de liderar y la gran responsabilidad de propiciar y garantizar el éxito de la implementación de este proceso histórico en nuestra comunidad universitaria.