Click acá para ir directamente al contenido

Actualidad

Sillón sexual y piscina armable: Denuncian privilegios de comuneros mapuches en cárcel de Angol

Según Gendarmería, los internos ingresaban sacos de papas, bebidas energéticas e incluso corderos vivos.

  • Comparte
  • Disminuir tamaño de letra
  • Aumentar tamaño de letra
  • Agencias

  • Sábado 13 de mayo de 2023 - 14:57

Una serie de privilegios inaceptables fueron denunciados por los gendarmes de la cárcel de Angol, ubicada en la región de La Araucanía, donde comuneros mapuches cumplen condena. Según los informes, los internos del módulo F de la prisión disfrutan de beneficios que van desde objetos prohibidos hasta horarios extendidos y visitas sin revisión.

El diario La Tercera reveló el descubrimiento de cuchillos, celulares y chicha artesanal entre los objetos encontrados en posesión de los comuneros de la cárcel de Angol. Sin embargo, los gendarmes fueron sorprendidos por la existencia de un sillón sexual y una piscina armable, utilizada por los internos para el disfrute de sus hijos y visitas, sin pasar por los controles de seguridad habituales. Además, las visitas lograban ingresar corderos vivos, sacos de papas y bebidas energéticas al recinto.

Estos privilegios salieron a la luz después del secuestro de tres funcionarios de Gendarmería por parte de los comuneros mapuches, lo que generó una investigación por parte de la Fiscalía y el traslado de los reos involucrados.

Fue durante la mañana del 7 de mayo que los gendarmes se percataron de estos hechos. En primer lugar, se encontró el sillón sexual, un elemento que no está permitido por ningún reglamento interno de la cárcel. Además, descubrieron la piscina armable utilizada para que los hijos de los comuneros disfruten en días de calor. Estos objetos son considerados inaceptables en otros centros penitenciarios.

Una de las denuncias más preocupantes realizadas por los gendarmes es la falta de revisión de las visitas de los comuneros, lo que les permitía ingresar al recinto con sacos de papas, bebidas energéticas e incluso corderos vivos. Además, los internos eran los únicos que tenían acceso a agua caliente, y la piscina era llenada con agua proveniente de la cárcel.

La Asociación Nacional de Suboficiales de Gendarmería expresó su preocupación ante estos hechos y manifestó su intención de evitar que estas situaciones se repliquen en otros centros penitenciarios, así como en la propia cárcel de Angol. Es fundamental que se tomen medidas para garantizar la seguridad, el orden y la igualdad de condiciones para todos los reclusos.

Leer también