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Tragedia militar en Putre: Experto llama a revisar protocolos de acceso y criterio de oficiales a cargo de batallones

“Si bien hay estándares de control de ingreso, parece que no son los suficientemente intensos para medir la actitud física, mental y psicológica de los conscriptos”, comentó Felipe Lizama, académico de la Facultad de Derecho de la Universidad de Santiago.

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  • Diario Usach

  • Miércoles 8 de mayo de 2024 - 13:18

Una nueva tragedia al interior del Ejército, que involucra a soldados conscriptos en instrucción, abrió el debate sobre el trato que reciben los jóvenes que ingresan a cumplir con el Servicio Militar, y cómo se llevan a cabo los protocolos al interior de las unidades militares para preparar a hombres y mujeres que en ocasiones recién sobrepasan la mayoría de edad.

La muerte de Franco Vargas (19) en Putre generó indignación en la sociedad civil, que de inmediato comparó esta tragedia en el norte con la ocurrida en 2005 en Antuco, donde 45 jóvenes murieron tras una fatídica marcha en las faldas del volcán.

“Llevaba dos meses en el Servicio Militar y estaba feliz, siempre quiso entrar al Ejército, quedarse adentro. Estaba contento, quería seguir. Lo único que esperamos que se haga justicia, no vamos a bajar los brazos, él necesito ayuda y no se la dieron. Su madre lo entregó y se lo devolvieron en un cajón”, comentó a Diario Usach, Angélica Acosta, abuela del conscripto fallecido.

A pesar que desde el Ejército anunciaron medidas disciplinarias internas, como apartar de sus funciones a los oficiales a cargo de la instrucción en Putre, y la ministra en visita Jenny Book deberá esclarecer las circunstancias en que perdió la vida Franco Vargas, aún no se hace oficial desde ninguna institución castrense una revisión de los protocolos que se desarrollan en las “campañas en terreno”.

Para Felipe Lizama, académico de la Facultad de Derecho de la Universidad de Santiago, es indispensable una revisión de los protocolos utilizados en este tipo expediciones, pero también de aquellos que tienen que ver con el acceso al Servicio Militar. Solo así se puede saber si los y las jóvenes que ingresan al Ejército cumplen con la capacidad física y psicológica para someterse a este tipo de instrucción.

“No es primera vez que acontecen situaciones respecto a conscriptos, hay que recordar lo que aconteció en Iquique con un conscripto que comenzó a disparar a mansalva y que se suicidio. Entonces, si bien hay estándares de control de ingreso, parece que no son los suficientemente intensos para medir la actitud física, mental y psicológica de los conscriptos, lo que puede desencadenar con mayor gravedad situaciones como esta”, comentó el académico, quien, además, recuerda el rol de garante que tiene el Estado para salvaguardar la integridad de los conscriptos tanto física como psicológica.

“Existe un deber de posición de garante del Estado respecto a las personas que hacen el Servicio Militar, porque estas personas se ponen al cuidado de Estado, en este caso del Ejército de Chile, para que ellos puedan cumplir una función que es esencial para la defensa de la patria y la seguridad nacional. La Constitución estable una regla en relación al Servicio Militar y tal como establece una regla también hay una posición de protección que deben tener las instituciones castrenses frente a ellos”, sostuvo Felipe Lizama, quien además apunta al criterio de los mandos militares a la hora de iniciar excursiones con jóvenes conscriptos.

“Hay que nuevamente revisar los protocolos para cuando se hacen este tipo de excursiones, en especial con conscriptos porque ellos no tienen la misma instrucción militar que tiene el cuadro el cuadro de línea, los oficiales. En estos casos se demuestra que ellos no tienen la experiencia ni habilidad técnica para ejecutar estas misiones y que sus mandos jerárquicos tampoco tuvieron la capacidad de controlar”, sentenció

 

 

 

 

 

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