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La Alianza Nacional por la Defensa de la Pesca Artesanal reaccionó a los trascendidos respecto a la publicación de las cuotas en toneladas correspondientes al nuevo fraccionamiento pesquero que comenzará a regir a partir de 2026, calificando el hito como el cierre de una lucha histórica del sector artesanal por una distribución más justa de los recursos del mar.

Desde la organización destacaron que la nueva modalidad fue aprobada de manera transversal y abrumadora en ambas cámaras del Congreso (40 votos a favor de los senadores y 122 por parte de la Cámara de diputados), consolidando un cambio estructural en la política pesquera nacional tras más de una década de cuestionamientos al modelo heredado de la Ley Longueira. 

“Fuimos muchos los que nunca abandonamos esta causa, una acción justa de los pescadores artesanales. Hoy son todos generales, pero fuimos un grupo que siempre buscó la justicia para todos los pescadores artesanales incluso para aquellos que apoyaron la ley Longueira”, señaló Hernán Cortés, presidente de CONDEPP.

“Finalmente el nuevo fraccionamiento se materializará en 2026, a través de una ley aprobada ampliamente por diputados y senadores. Esta es una lucha sostenida por más de 13 años por pescadores artesanales que nunca abandonaron una causa justa. Hoy muchos celebran, pero fuimos pocos los que estuvimos desde el inicio buscando justicia para todos los pescadores artesanales, incluso para quienes en su momento apoyaron la Ley Longueira”, señaló Pascual Aguilera, presidente de Coranor y vocero de la Alianza.

Uno de los aspectos más valorados por la pesca artesanal es el impacto que tendrá el nuevo esquema de asignación en regiones altamente dependientes de la actividad extractiva. En ese sentido, la Alianza subrayó la relevancia de distribución entre regiones beneficiará a miles de pescadores y a la economía local.

“Para el Biobío este nuevo fraccionamiento es especialmente significativo. Estamos hablando de una región donde la pesca artesanal sostiene economías locales completas y donde por años hubo una sensación de exclusión en el reparto de los recursos”, afirmó Cortés. 

Desde el mundo de las mujeres de mar, también se destacó el valor social del nuevo fraccionamiento y su proyección hacia el consumo humano y la soberanía alimentaria. 

“Esta no es solo una discusión de números o toneladas. El nuevo fraccionamiento abre la posibilidad de que más pescado llegue a las mesas de las familias chilenas y de que las mujeres de la pesca artesanal tengamos mayores certezas para sostener nuestros trabajos y nuestras comunidades”, sostuvo Sara Garrido, dirigenta nacional y vocera de la Alianza. 

Desde dicho organismo señalaron que, si bien el nuevo fraccionamiento no agota las demandas del sector, su entrada en vigencia en 2026 marca un punto de inflexión en la historia pesquera reciente del país y refuerza la necesidad de seguir avanzando en otros aspectos de la nueva legislación, como las garantías sociales para la pesca artesanal.