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Cultura

“2001: Odisea en el Espacio”, “La Naranja Mecánica” y más: Algunas películas para conocer la obra de Stanley Kubrick

El hombre tras esos títulos, y otros como “El Resplandor” y “Lolita” habría cumplido 97 años este 26 de julio. Sobre sus filmes, y su relevancia artística, conversamos con los publicistas y académicos de la Usach, Ariel Rementería y David Núñez.

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  • Raúl Gutiérrez Velásquez

  • Viernes 25 de julio de 2025 - 08:36

  • Foto: GQ España

Películas como “Lolita”, “2001: Odisea en el Espacio”, “El Resplandor” o “La Naranja Mecánica” tienen un factor común: todas ellas fueron dirigidas por Stanley Kubrick, cineasta norteamericano-británico y que pasó a la historia como uno de los artistas más influyentes del siglo XX por el simbolismo y estética de sus filmes.

Una reseña publicada por The Guardian en 2019, y que se centró en una exposición itinerante dedicada al realizador (y que pasó por ciudades como Londres, Frankfurt, Ciudad de México y Seúl) indica que “ningún otro cineasta produjo obras maestras en una variedad tan amplia de géneros: películas bélicas, sátira política, ciencia ficción, adaptaciones literarias y terror. A esto se sumó una capacidad infalible para crear momentos icónicos de la cultura pop en casi todas sus películas, desde "Soy Espartaco" hasta "¡Aquí está Johnny!”.

A 97 años de su natalicio, lo señalado en el medio europeo pone énfasis en la variedad temática que tiñó la obra de este hombre nacido el 26 de julio de 1928 en el Bronx (Manhattan, Estados Unidos) y fallecido el 7 de marzo de 1999 en Childwickbury Manor, Inglaterra, a los 70 años.

¿Su importancia? Para el publicista y académico de la Facultad Tecnológica de la Universidad de Santiago, Ariel Rementería, Kubrick “fue un vidente, un arquitecto de futuros posibles y, a menudo, perturbadores. En un mundo donde la ciencia ficción se quedada en los límites de lo inverosímil, este director nos lanzó a las estrellas, sin adornos, con una precisión quirúrgica que despojaba el espacio de su romanticismo y lo vestía con la inquietante verdad de nuestra insignificancia y, paradójicamente, de nuestra ambición desmedida”. 

(Foto: elordenmundial.com)

Linealmente, la filmografía de Stanley Kubrick se desarrolla de la siguiente manera: “Day of the Fight” (cortometraje y documental) (1951); “Flying Padre” (1951); “Fear and Desire” (1953); “The Seafarers” (1953); “El Beso del Asesino” (1955); “The Killing” (1956); “Paths of Glory” (1957); “Espartaco” (1960); “Lolita” (1962); “Dr. Strangelove or: How I Learned to Stop Worrying and Love the Bomb” (1964); “2001: A Space Odyssey” (“2001: Odisea en el Espacio”) (1968); “A Clockwork Orange” (“La Naranja Mecánica”) (1971); “Barry Lyndon” (1975); “The Shining” (“El Resplandor”); “Full Metal Jacket” (1987) y “Eyes Wide Shut” (“Ojos bien cerrados”) (1999).

RECOMENDACIONES PARA APRECIAR LA OBRA DE KUBRICK 

¿Qué se puede recomendar a la hora de pensar en la cinematografía de Stanley Kubrick? En este punto, Ariel Rementería sostiene que “una estrella brilla con luz propia, eclipsando incluso a su fuente literaria”.

El académico del Departamento de Publicidad e Imagen de la Usach se refiere a “2001: A Space Odyssey”, cinta que en el año 1968 ganó el Oscar en la categoría Mejores Efectos Visuales, los premios Bafta a mejor fotografía, sonido y diseño de producción y la medalla del Círculo de Escritores Cinematográficos.

Para el publicista, esta película “no solo adaptó la novela de Arthur C. Clarke, sino que la trascendió radicalmente, la redefinió profundamente y la llevó a una dimensión donde el lenguaje cinematográfico hablaba un idioma que las letras, por sí solas, no podían articular”.

En las palabras que Amazon Prime incluye para explicar el argumento del film, se indica que Stanley Kubrick presenta un clásico de la ciencia ficción “en la que una misión de astronautas se ve frustrada por el mal funcionamiento del sistema informático de la nave, H.A.L. 9000”.

Es una reseña breve para lo que Rementería describe como “una experiencia sensorial abrumadora”. “La soledad del espacio, la fría lógica de la inteligencia artificial encarnada en H.A.L. 9000 y la evolución de la consciencia se manifestaron en imágenes que no solo ilustraban, sino que eran la encarnación misma del significado. Latían con una vida tan autónoma que cualquier descripción verbal palidecía”, indica.

El publicista manifiesta que Kubrick “entendió la ciencia ficción en su forma más pura” y que este film “no se trata solo de naves espaciales y alienígenas sino de nosotros, de nuestra relación con la tecnología, de los límites de nuestra propia cordura. En 2001, cada plano es una pregunta y cada silencio es una meditación y la cinta es un espejo que nos confronta con la posibilidad de una inteligencia superior, no como una amenaza alienígena, sino como una evolución natural de la vida”.

Siguiendo por la línea de las recomendaciones, Rementería también destaca “A Clockwork Orange”, realización que en Chile conocemos como “La Naranja Mecánica”.

“Esa cinta nos arrastró con brutalidad hacia el laberinto más intrincado y aterrador, el de la psique humana”, señala el profesional. “Lanzada en 1971, esta adaptación de la novela de Anthony Burgess es una bofetada moral, una exploración cruda de la ultraviolencia, el libre albedrío y los límites éticos de la intervención gubernamental en la conducta individual”, expresa.

Sobre el argumento, Rementería expresa que “con Alex DeLarge, su carismático y perturbador protagonista, Kubrick nos confrontó con la pregunta fundamental: ¿es preferible un ser humano curado del mal pero despojado de su capacidad de elección a uno que es inherentemente cruel pero libre?”.

Para el publicista, la genialidad del director reside en su capacidad para sumergirnos en la mente de Alex, haciéndonos cómplices de su retorcido placer por la música clásica y la violencia extrema para, luego, voltear la tortilla y convertirlo en una víctima del sistema que pretende sanar el alma a través del condicionamiento conductual”.

Quien también conversó con Diario Usach para profundizar en la obra de Kubrick fue  David Núñez, jefe de la Carrera de Publicidad. “Yo recomendaría ‘Eyes Wide Shut’ (1999). Si bien fue acusada de cierto erotismo pretencioso al momento de su lanzamiento, es una reflexión sobre la naturaleza humana”, comenta.

El profesor de la Universidad de Santiago destaca la habilidad del director para “a través de atmósferas inquietantes que lo caracterizan, explorar lo oculto y lo simbólico, pero especialmente onírico, que en la película cobra mucha relevancia”.

Para el académico, “todo el viaje de la pareja protagonista es un descenso hacia sus deseos reprimidos, los que se manifiestan en estos sueños y fantasías, algunas más tangibles y reales que otras, que atraviesan todo el film y que nos hacen cuestionar y revelar las inseguridades y temores de las relaciones íntimas”.

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