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Con la temporada de incendios forestales en marcha, los factores estacionales y cambio climático, hacen necesario tomar medidas para la prevención de este problema que año a año cobra miles de hectáreas quemadas y vidas humanas en peligro.

Un dato no menor es que en la zona centro sur, los veranos son 1,5 a 2 °c más calientes que hace 20 años y las precipitaciones son cada vez menores, lo que hace que la vegetación posea un bajo nivel de humedad al llegar la temporada de verano, transformándose en un caldo de cultivo ante un potencial incendio.

Es por eso que la mañana de este martes conversamos con Jorge Morales Gamboni, profesor del Observatorio de Políticas Públicas y Territorio y de la Facultad de Arquitectura y Ambiente Construido Usach, ex Director de Conaf Biobío. 

En entrevista con Rodrigo Alcaino, periodista y conductor del espacio, llamó a reforzar la labor preventiva de incendios forestales, separando organizacionalmente lo preventivo del combate, con asignación presupuestaria equitativa. 

Sin embargo, esa premisa colisiona con los incentivos administrativos del Estado para el combate de estos siniestros.

El ex director de Conaf Biobío sostuvo que “generar la alerta roja tiene que ver con la recuperación financiera de los gastos que hacen las organizaciones que participan en ese incendio, es totalmente administrativo. Todo eso está muy bien estructurado. Los helicópteros que la Senapred fleta todos los años, los contratos internacionales con las agencias de aviones españolas”. 

“¿Cuál es el negocio del incendio? Es que haya incendios. Y el negocio de la prevención es que no haya incendios. Son lógicas opuestas. Aquí no hay maldad, hay incentivos mal puestos. Los incentivos del Estado de Chile son para apagar incendios, no para prevenirlos”, concluyó.