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(Foto: película Binti, de Frederike Migom)

Con nueve versiones, Ojo de Pescado se ha transformado en un referente nacional del audiovisual en Chile siendo el primer certamen cinematográfico en especializarse en públicos infantiles y juveniles. Pero no sólo por reforzar audiencias ni divulgar material entretenido proveniente de todo el mundo, que de por sí es un hito, sino porque ha demostrado que es posible traer ese material, distribuirlo en el país y ser capaces de proveer de piezas de calidad que responden a un público que no debe menospreciarse en la industria.

“Esta crisis nos ha enfrentado a la necesidad de los niños y niñas de ver contenidos adecuados para ellos”, comentó su directora, Alejandra Fritis, sobre cómo se ha enfrentado la pandemia, los contenidos entregados con TV Educa como experiencia positiva y la necesidad de romper con las brechas de desigualdad. “La falta de acceso a internet, las carencias de lo que llamamos educación mediática o alfabetización digital, no sólo en niños sino también familias y profesores”, son algunos de los obstáculos que hay que derribar, como argumentó en Radio Usach.

Como casi todos los festivales de cine, la emergencia sanitaria empujó a que se potenciara la visualización de películas, que llegarán todas de manera gratuita a través de www.ojodepescado.cl. Entre el 29 de agosto y el 6 de septiembre será posible ver largometrajes de Europa, Asia y Latinoamérica, además de series de televisión y web, y cortometrajes para niños de distintas edades. “La gran mayoría han sido especialmente diseñadas para la infancia, sobre todo las producciones europeas que responden a un desarrollo de políticas públicas para crear cine”, comentó Fritis a propósito de las diferencias en torno al involucramiento del Estado en el cine.

“Son películas que interpelan a los niños y niñas como audiencia activa y opinante, no los aleccionan”, aludió la directora del festival a propósito de historias que protagonizan infantes, pero cuyos argumentos no se basan en “proyecciones ni preocupaciones de los adultos, sino de historias, relaciones y resolución de conflictos que son genuinas de niños y niñas”. Es así que títulos como Binti, película belga dirigida por Frederike Migom, o la surcoreana Na-Neun-Bo-Ri, de Kim Jin-Yu, son algunas de las joyas que llegarán a la web.

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