Según datos publicados por El Mercurio, en lo que va del año, el Instituto de Salud Pública (ISP) ha detectado 137 murciélagos con rabia en todo el país. Y si acotamos la mirada hacia la Región Metropolitana, la Seremi de Salud indica la presencia de 46 animales con la presencia de este virus.
Se trata de números preocupantes. Más aún si se considera que, con la llegada del calor, es mucho más común ver a este tipo de mamíferos nocturnos, considerados para especialistas en el tema como unos “reservorios naturales” para la rabia.
¿QUÉ ES LA RABIA?
La Organización Mundial de la Salud (OMS) explica que esta dolencia corresponde a una virosis zoonótica que afecta al sistema nervioso y que se transmite a través de la saliva de un animal infectado, ya sea a través de mordedura o rasguño.
Sus primeros síntomas son fiebre, dolor, sensaciones de hormigueo y un picor o quemazón en la herida de carácter inusual. Tras eso, cuando el virus ingresa al conjunto de neuronas que regulan las funciones voluntarias o conscientes en el organismo, aparece una inflamación progresiva del encéfalo y la médula espinal que puede terminar provocando la muerte.
La OMS indica que un tratamiento puede aliviar los síntomas pero que, en pocos casos, se logra una curación. Tanto así que se indica que quienes sobreviven a esta dolencia, generalmente terminan con graves déficit neurológicos.

“Es una enfermedad muy peligrosa”, indica a Diario Usach Vanessa Aguilera, médico jefe del servicio de urgencia de la Clínica Indisa Maipú. “La rabia transmitida por murciélagos representa un riesgo significativo debido a su alto porcentaje de letalidad, cercano al 100%, en ausencia de profilaxis postexposición adecuada y apropiada”, sostiene.
Ante esta situación, la jefa de la sección Rabia del ISP, Michelle Lineros, manifiesta que “es muy importante mantener a las mascotas vacunadas”, señalando que los animales de compañía, como perros y gatos, pueden inocularse desde los dos meses y luego mantener un esquema establecido si es que se vieron enfrentados a algún contacto. Y las razones de esta advertencia es clara: el virus de la rabia que transportan los murciélagos puede transmitirse a las mascotas, el ganado, fauna silvestre y los seres humanos.
SI ME MUERDE UN MURCIÉLAGO, ¿QUÉ HAGO?
La doctora Vanessa Aguilera sostiene que lo primero que debe hacer una persona mordida por un murciélago es “una limpieza inmediata y exhaustiva de la herida con abundante agua y jabón, idealmente, por al menos 15 minutos”.
La especialista expresa que esa medida “puede reducir significativamente el riesgo de infección”. Y tras eso, la recomendación que da es “asistir inmediatamente al centro de salud más cercano”. En esta misma línea, Daniel Sánchez, médico cirujano y director del Centro de Salud Usach, dice que "no se debe intentar atrapar el murciélago con las manos, ya que esto puede aumentar el riesgo de exposición. En lo posible el animal debe ser capturado por personal capacitado, por lo que se debe llamar a Salud Responde (600 360 7777), quienes pueden coordinan su captura y envío al Instituto de Salud Pública para estudio".
Desde la OMS indican que, por el momento, no se han aprobado métodos que permitan diagnosticar la rabia antes del inicio de su fase clínica.
Y en lo que respecta a la realidad local, la Seremi de Salud Metropolitana detalla que la vigilancia del virus se está realizando a lo largo y ancho del país. “Para ello, se lleva a cabo la observación de animales mordedores notificados como accidentes por mordedura en establecimientos de salud pública y privada, con el fin de descartar la presencia del virus”. Y paralelamente a eso, señalan la coordinación de la vacunación antirrábica de las personas involucradas.

Las estadísticas indican que, en el 99% de los casos, la transmisión de la rabia a los humanos se produce a partir de animales infectados y que los niños y las niñas de 5 a 14 años son las víctimas más frecuentes.
Vanesa Aguilera indica que la vacunación contra este virus “es fundamental tanto en la profilaxis preexposición para personas de alto riesgo como para veterinarios que puedan haber sufrido una mordedura o se vean expuestos de manera sospechosa”.
La profesional expresa que “la inoculación post exposición, combinada con la inmunoglobulina cuando está indicada, es altamente eficaz para prevenir la enfermedad si se administra de manera oportuna y adecuada”.
Ahora, ¿es necesario vacunarse tras la mordida de un animal? Ante esta pregunta, la doctora responde que eso dependerá de “la evaluación médica del riesgo”.
“En el caso de los murciélagos, la recomendación es iniciar la profilaxis post exposición ante cualquier situación sospechosa, salvo que el animal sea capturado y se confirmen que no está infectado por rabia”, indica Aguilera. Por su parte, el cirujano Daniel Sánchez señala que, como estos mamíferos no cuentan con controles sanitarios, después de una mordedura "siempre debemos vacunarnos".
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