Cultura

Con el reciente estreno de la serie biográfica sobre Roberto Gómez Bolaños, “Chespirito”, en la que se reconstruye la historia de los entrañables personajes del universo televisivo mexicano, una figura resurge con fuerza entre la nostalgia y la reivindicación: Angelines Fernández, la actriz española que dio vida a la inolvidable “Bruja del 71” en El Chavo del 8.

Aunque durante décadas su personaje fue sinónimo de humor, romanticismo no correspondido y caricatura de la vecindad, detrás del maquillaje y los diálogos cómicos se escondía una vida de lucha, exilio y profunda pasión por el arte.

La serie de HBO no solo repasa la vida del creador de El Chavo del 8 y El Chapulín Colorado, sino que también explora el papel clave de sus compañeros de ruta. Angelines Fernández aparece como una figura de fortaleza, ironía y sensibilidad. Su historia, entre la tragedia de la guerra y el humor de la vecindad, se convierte en una metáfora del exilio, la adaptación y la creación artística en tierras ajenas.

DE LA GUERRA CIVIL ESPAÑOLA AL EXILIO EN MÉXICO

Angelines Fernández nació en Madrid en 1924 y vivió su juventud marcada por los horrores de la Guerra Civil Española. Militante republicana, tuvo que huir de la dictadura franquista, como muchos otros artistas e intelectuales de su generación. A comienzos de los años 40 llegó a México, un país que abrió sus puertas a los exiliados españoles y que se convertiría en su segunda patria.

“Al trabajar en las guerrillas de España, mi mamá fue catalogada como antifranquista, entonces ella necesitaba salir de su país natal, considerando que su vida era difí­cil”, contó en una antigua entrevista Paloma Fernández, hija de Angelines.

En tierras mexicanas, Fernández comenzó a forjar una carrera en el teatro y el cine, trabajando en películas junto a grandes figuras como Pedro Infante y Cantinflas. Su talento dramático la llevó a interpretar papeles intensos, en los que se lucía su voz grave, su mirada firme y una capacidad expresiva que pronto la convirtió en una actriz respetada por la crítica.

EL GIRO HACIA LA COMEDIA

Fue en la película El Profe, de Cantinflas, donde conoció al hombre que la acompañaría por el resto de sus días, Ramón Valdés. Ambos entablaron una amistad profunda y se ayudaron mutuamente.

“Recuerdo que, en una ocasión, mi madre se encontró a Ramón Valdés. Ella le dijo que le preguntara a Chespirito si no tenía algo para ella, y Ramón le empezó a hablar muy bien de ella. Luego se crearon los personajes de la vecindad y Chespirito le fue dando forma a ‘La Bruja del 71′, ya que al personaje de don Ramón le faltaba la contraparte; pues doña Florinda se lo cacheteaba, y le caía mal. Pero doña Cleotilde lo amaba y le hacía sus pasteles”, agregó la hija de Fernández.

Dueña de un sentido del humor sutil y de una capacidad para interpretar personajes autoritarios pero entrañables, Fernández convirtió a su "Doña Clotilde" en un ícono. A pesar de ser objeto de burlas en la vecindad, su personaje representaba la soledad, el deseo de amor, y la ternura detrás de una fachada rígida. Su romance platónico con Don Ramón fue una de las tramas más queridas por el público.

A diferencia de muchos de sus compañeros de elenco, Angelines Fernández evitó la fama estridente. Su vida personal fue discreta, y su compromiso con el arte se mantuvo hasta su retiro de la televisión. Pocas personas sabían que, además de actriz, fue una ferviente defensora de la memoria histórica de España y que conservó durante toda su vida sus ideales republicanos.

Falleció en 1994, a los 71 años, como si el destino hubiera querido cerrar el círculo de su personaje más célebre. Sus restos fueron enterrados en el Panteón Español de la Ciudad de México, cerca del lugar donde descansan otros grandes actores del siglo XX.