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Cultura

El arte y la memoria de Manuel Sánchez: uno de los maestros de la paya chilena

“Somos artistas todoterreno, nos hemos ido adaptando a los cambios sociales y a los cambios culturales", sostiene el músico, creador de la Escuela de Payadores de Chile, instancia donde se mantiene viva una de las tradición más arraigadas de la cultura chilena.

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  • Fabián Escobar

  • Miércoles 10 de septiembre de 2025 - 11:12

En el vasto universo de la poesía popular chilena, pocos nombres resuenan con tanta fuerza como el de Manuel Sánchez, payador, cantor y maestro que ha dedicado su vida a mantener viva una de las expresiones más auténticas de la identidad nacional: la paya.

Desde muy joven, Sánchez descubrió en la guitarra y en el verso improvisado un camino de expresión cultural y social. Su talento y compromiso lo llevaron a recorrer escenarios dentro y fuera de Chile, siempre con la convicción de que la paya no es solo un arte, sino también memoria, oralidad y encuentro comunitario.

“Es una misión que asumí hace más de 30 años, obviamente los tiempos han cambiado, los estilos musicales y las tendencias. Lo que hoy son las fiestas costumbristas, no se parecen en nada a lo que eran antes. Sin embargo, hay una motivación mayor que tiene que ver precisamente con el amor que uno tiene por este arte, con el amor que uno tiene por sentir y por ser parte de nuestra identidad y creo que esa es una cuestión superior”, comentó el músico en entrevista con Diario Usach.

Además de su labor pedagógica, Sánchez ha sido un incansable guardián del patrimonio cultural inmaterial, participando en encuentros, grabaciones y proyectos de investigación que han permitido difundir y documentar la tradición de los payadores. Su figura ha sido clave en la valoración de la paya como una manifestación artística de alcance nacional y latinoamericano.

“Somos artistas todoterreno, nos hemos ido adaptando a los cambios sociales y a los cambios culturales. Por ejemplo, trabajo con el mundo del freestyle, con los chicos del hip hop. No me limito con eso, no tengo problemas en mezclarme con la gente del rock, con la gente del hip hop, con la gente de la música clásica, con la gente del pop, del blues”, señaló Sánchez, quien aseguró que, a pesar de la poca difusión de la paya en los medios de comunicación, la misma gente ha sostenido el arte de la paya como expresión cultural.

“Hemos ganado y recuperado muchos espacios en el último tiempo y eso es gracias al reconocimiento de la gente que nos sigue, la gente que compra nuestros discos, nuestras producciones, que son todavía de manera muy artesanal, porque seguimos vendiendo discos, vendiendo libros de mano en mano en nuestros conciertos, yo tengo trabajo durante todo el año, no puedo quejarme”, comentó el artista.

EL ARTE DE IMPROVISAR

Uno de sus legados más importantes es la creación de la Escuela de Payadores de Chile, espacio formativo donde se aprende el arte de improvisar décimas y mantener vivo un oficio que durante siglos se ha transmitido de generación en generación.

“Hay un público bastante transversal. Están inscritos hombres y mejores de veinte años hasta gente de setenta. Ha sido una experiencia muy bonita, fue un espacio que se fue dando naturalmente en Lo Barnechea, donde yo como creador y profesor también he aprendido mucho, he crecido muchísimo con eso”, comentó el artista, quien indicó que el arte de la paya puede nacer en cualquier persona, y que no requiere preparación previa.

No se requiere ningún requisito en particular, todos son bienvenidos. Todos pueden aprender las técnicas, lo que es una décima, lo que es una cuarteta, lo que es un octosílabos. No hay que ser un virtuoso en nada, no hay que tener conocimientos de nada en particular, simplemente con querer estar, todos aprenden”, sentenció. 

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