Investigación

Acostarse y moverse de un lado a otro sin poder dormir puede ser igual de malo para tu salud como salir en una noche de juerga y beber de forma excesiva. Esto debido a que, según la ciencia, dormir menos de seis horas por noche de forma constante afecta tu cerebro casi igual que tener alcohol en sangre. 

Un estudio de la Universidad de Pensilvania junto con la Universidad Estatal de Washington concluyó que descansar menos de ese tiempo durante varios días seguidos impacta el rendimiento como si una persona tuviera un 0,10% de alcohol en sangre —por encima del límite legal para manejar en muchos países.

“La fatiga acumulada produce un deterioro cognitivo comparable al del alcohol, aunque la persona no lo perciba del todo”, advierten los científicos. Lo más preocupante es que, a diferencia del alcohol, la falta de sueño suele pasar desapercibida hasta que afecta la salud.

La investigación también reveló que la falta de sueño afecta directamente la capacidad de concentración y la memoria, además de dificultar la toma de decisiones, incrementando el riesgo de cometer errores en el trabajo, lo que puede derivar en problemas de desempeño y conflictos en el entorno laboral.

Asimismo, los investigadores identificaron que la privación del sueño puede provocar fatiga, somnolencia y una respuesta más lenta ante situaciones inesperadas, lo que pone en peligro tanto a los trabajadores como a quienes los rodean.

Según el informe, la falta de descanso adecuado también incrementa el riesgo de sufrir accidentes de tránsito, especialmente en personas que conducen vehículos. La somnolencia al volante puede ser tan peligrosa como manejar en estado de ebriedad, ya que reduce significativamente los tiempos de reacción y la capacidad de tomar decisiones rápidas.

De acuerdo con el portal especializado Medline Plus, la mayoría de los adultos necesitan entre siete y ocho horas de sueño cada noche para garantizar un funcionamiento mental óptimo y una buena salud general.