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Investigación

Ataque de pánico: ¿Es recomendado comer dulces ácidos ante un episodio?

Diversos especialistas en el área plantean que esta técnica de manejo momentáneo de síntomas no es un tratamiento para la causa raíz de la ansiedad.

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  • Fabiana Chávez

  • Miércoles 31 de diciembre de 2025 - 11:49

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Cuando aparece un ataque de pánico, la mente entra en un bucle de alarma que acelera la respiración, intensifica las sensaciones corporales y dificulta pensar con claridad.

Es por esta razón que en las redes sociales surgen de inmediato "técnicas" que pueden ayudar a controlar estos episodios. Uno de ellos es el uso de caramelos ácidos para detener los ataques de pánico, que es muy popular en TikTok pero que no cuenta con ningún respaldo científico de alta calidad o estudios clínicos formales que validen esta práctica como un tratamiento médico.

Sin embargo, expertos en salud mental y psiquiatras respaldan su uso como una herramienta de emergencia ya que sirven como distracción sensorial aguda o técnica de Grounding (Anclaje).

Catherine Del Toro, consejera profesional licenciada en salud mental (LMHC) en Florida, fundadora y directora clínica de la práctica "Counseling con Catherine", señaló que al comer algo ácido o picante "estás fomentando una técnica de conexión a tierra que te anima a concentrarte en el momento presente, lo que detiene la espiral del miedo y le comunica a tu cerebro que no estás en peligro real, permitiendo así que el ataque de pánico disminuya en intensidad y finalmente se detenga por completo".

En el caso de la distracción sensorial inmediata, el intenso sabor de dichos dulces puede despertar los sentidos, desviando la atención del cerebro de la abrumadora sensación de pánico. Este cambio repentino puede ayudar a romper el ciclo de ansiedad creciente, obligando al cerebro a procesar la sensación intensa y ácida en lugar de los pensamientos que inducen al pánico. 

Diversos especialistas en el área plantean que esta técnica de manejo momentáneo de síntomas no es un tratamiento para la causa raíz de la ansiedad. Además, algunos especialistas advierten que comer caramelos durante un ataque de pánico (donde suele haber hiperventilación o dificultad para respirar) podría aumentar el riesgo de atragantamiento.

Además, el consumo frecuente de dulces muy ácidos puede erosionar el esmalte dental debido a su alto contenido de ácido. Los expertos plantean que si los ataques de pánico son frecuentes, se recomienda consultar a un profesional para un tratamiento integral. 

TÉCNICA 5-4-3-2-1

Cabe recordar que durante la manifestación más fuerte de la ansiedad, la amígdala interpreta que estamos en peligro y activa la respuesta de lucha o huida. El sistema nervioso simpático se pone en marcha de inmediato para prepararnos para actuar. 

En condiciones ideales, el sistema parasimpático interviene después para devolver el cuerpo a la calma, aunque en personas con ansiedad o pánico frecuente este proceso puede tardar más.

Una de las prácticas más conocidas para tratar de controlar los ataques de pánico es la técnica 5-4-3-2-1, que consta de centrarse en cinco cosas que puede ver, cuatro sonidos que puede oír, tres objetos cercanos que puede tocar, dos cosas que puede oler y una cosa que puede saborear.

Este ejercicio de conexión a tierra (grounding) está diseñado para reducir la ansiedad y detener ataques de pánico al reconectar a la persona con el momento presente mediante sus cinco sentidos.

La técnica de Mindfullness, propuesta por la psicóloga clínica Ellen Hendriksen, especialista en este tipo de trastorno,se focaliza en los sentidos. “Atraer la atención hacia nuestros sentidos nos devuelve al presente, y contar objetos interrumpe la cadena de pensamiento”, explicó.

Agregó que "esto se puede hacer de forma rápida y discreta. Llamar nuestra atención a nuestros sentidos nos pone en el presente y contar los artículos interrumpe el giro de nuestros pensamientos".

Cómo funcional la técnica 5-4-3-2-1:

  1. 5 cosas que puedas ver: Observa detalles pequeños como el computador, calendario, celular, lápiz y tazón.
  2. 4 cosas que puedas tocar: Siente la textura de tu ropa, el aire frío en tu cara o la dureza de la silla donde estás sentado.
  3. 3 cosas que puedas oír: Presta atención a sonidos externos como el tráfico, el tictac de un reloj o el viento.
  4. 2 cosas que puedas oler: Si no hay aromas obvios como café o jabón, intenta recordar tus olores favoritos.
  5. 1 cosa que puedas saborear: Nota el sabor persistente de tu última comida o simplemente siente el interior de tu boca. 

También son efectivas las prácticas de respiración lenta y profunda, que ayudan a disminuir la intensidad del episodio.

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