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Cultura

Isabel Allende tras homenaje de la U. de Chile: “Si no escribo se me seca el alma y me muero”

En una emotiva ceremonia, la escritora destacó que escribir es su manera de “seguir viva” y reflexionó sobre el rol de las mujeres en la actualidad.

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  • Diario Usach

  • Miércoles 24 de septiembre de 2025 - 12:43

  • Cámara chilena del libro

La novelista Isabel Allende recibió la Medalla Rectoral por parte de La Universidad de Chile. En una emotiva ceremonia, la escritora destacó que escribir es su manera de “seguir viva” y reflexionó sobre el rol de las mujeres en la actualidad.

Fue en ese contexto que la novelista compartió una serie de reflexiones sobre su relación con la palabra escrita, y cómo esa dinámica permea su vida actual con 83 años en medio, además, de la redacción de sus memorias.

La ceremonia tuvo lugar en el histórico Salón de Honor de la Casa Central de la universidad, ante una nutrida concurrencia de académicos, autoridades universitarias y lectores. Rosa Devés Alessandri, rectora de la institución, entregó la medalla y destacó cómo en la escritura de Allende “las mujeres nunca dejamos de ser protagonistas” y cómo su voz ha contribuido a desafiar silencios e inequidades culturales.

Isabel Allende, conmovida, se refirió al momento como “una medalla inesperada que me honra y me alegra”. En su discurso, compartió muchos de los motivos íntimos que la han empujado a escribir durante décadas, “Si no escribo se me seca el alma y me muero”, dijo, evocando no solo su pasión por la literatura, sino también la dimensión vital que tiene el acto creativo para ella.

Durante su intervención, la escritora señaló que la creación literaria no solo le ha permitido evocar memorias y personajes, sino también mirar el presente con cierta perspectiva, al estudiar el pasado para entender los hilos que nos atraviesan hoy.

La rectora, por su parte, subrayó el valor público del reconocimiento, en tiempos en que “la libertad de expresión y la palabra auténtica” enfrenta crecientes desafíos, la figura de Allende es un faro que invita al diálogo, la memoria y la pluralidad.

En el acto, la rectora Rosa Devés afirmó que este reconocimiento se entrega a quienes “han colaborado para impulsar” la universidad, pero también para abrir cauces de diálogo y cultura. En ese sentido, la figura de Allende, cuya obra ha sido traducida a más de 40 idiomas y reconocida con múltiples premios, funciona como puente entre lo local y lo global, entre lo personal y lo colectivo.

ENTRE MEMORIAS, FUERZAS Y FRASES

El discurso de la ganadora del  Premio Nacional de Literatura estuvo cargado de imágenes, nostalgia y desafío. Más allá de evocar sus primeras lecturas y experiencias vitales, la escritora reflexionó sobre las mujeres, los silencios forzados, la responsabilidad del relato y la continuidad del compromiso literario.

Allende expresó que su mayor placer es hilvanar palabras, entendiendo la escritura como un motor vital. Planteó que las historias siempre están presentes, esperando ser contadas, y que el relato es una forma de dignificar la vida de los oprimidos y de quienes han sido silenciados, eje que ha marcado gran parte de su obra.

En ese sentido, la medalla rectoral no solo celebra la fama, reconocimientos internacionales o sus best-sellers, sino su apuesta constante por poner en el centro lo que muchas veces ha sido marginado.

La condecoración llega en medio del regreso de Isabel Allende a Chile para presentar su novela más reciente, "Mi nombre es Emilia del Valle", en una cita que desbordó expectativas. El evento se realizará este miércoles 24 de septiembre en el Teatro Oriente de Providencia, con entrada gratuita, y los boletos se agotaron en menos de un minuto tras su anuncio público.

La novela es un retorno a Chile a través de los ojos de una periodista californiana con raíces chilenas que viaja al país para cubrir la Guerra Civil de 1891, mientras descubre su propia identidad familiar. En versiones periodísticas, se subraya que la obra se inspira en los excesos y brutalidades del conflicto, y también en el legado personal. La autora ha señalado que ciertos paralelismos con su tío, el expresidente Salvador Allende, llaman a reflexionar sobre historia, memoria y violencia política.

Su agenda personal también contempla la redacción de sus memorias recientes, centradas en los últimos diez años, donde busca transformar su vivencia personal, incluidos desafíos como un divorcio, en narrativas de transformación y liberación.

A su vez, la adaptación de "La casa de los espíritus" llegará al streaming en 2026. La serie de ocho episodios está producida por FilmNation, el equipo ganador del Oscar detrás de Anora y Cónclave, con el apoyo de Fábula, la productora chilena ganadora del Premio de la Academia (La memoria infinita, Una mujer fantástica).

 

 

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