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Los peligros del negacionismo ante el avance de ideas de ultra derecha

Luego de que el candidato presidencial del Partido Nacional Libertario, Johannes Kaiser, volviera a manifestar su apoyo al Golpe de Estado de 1973, el tema de las iniciativas que buscan sancionar este tipo de declaraciones volvió a resurgir. René Jara, académico Usach, analiza esos dichos y su vinculación el resurgimiento de la derecha extrema.

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  • Belén Muñoz B.

  • Jueves 11 de septiembre de 2025 - 12:08

En julio de este año, el candidato presidencial del Partido Nacional Libertario, Johannes Kaiser, afirmó rotundamente que “sin duda, absolutamente” apoyaría un nuevo golpe de Estado en caso de repetirse circunstancias similares a las de 1973.

El abanderado no solo justificó el derrocamiento de Salvador Allende, sino que, además, aseveró que las violaciones sistemáticas de la dictadura de Pinochet no fueron inevitables y que, al tratarse de un conflicto de escala civil, “evidentemente que iban a haber muertos y violaciones de derechos humanos”.

Actualmente existe un proyecto de ley que sanciona el negacionismo de los vejamenes ocurridos durante la dictadura cívico-militar, proferido por autoridades de elección popular o de exclusiva confianza.

En el documento de la iniciativa se plantea que “un ejemplo claro del tratamiento legal del negacionismo en el derecho comparado es el caso de Ursula Haverbeck en Alemania, quien fue condenada en múltiples ocasiones entre 2015 y 2024 por negar públicamente el Holocausto. Sus afirmaciones, difundidas en actos y medios, fueron sancionadas bajo el artículo 130 del Código Penal alemán, que penaliza la negación o justificación de genocidios.11 Este caso ilustra cómo los discursos que niegan crímenes de lesa humanidad no son protegidos por la libertad de expresión cuando atentan contra la dignidad de las víctimas y la memoria histórica. Así, tipificar penalmente el negacionismo en Chile, especialmente cuando proviene de autoridades públicas, se alinea con estándares internacionales y prácticas comparadas legítimas y necesarias en sociedades democráticas”.

Por ahora se trata de solo una propuesta, ya que en nuestro país no existe  legislación específica contra el negacionismo de violaciones a los derechos humanos. “La memoria histórica es un deber cívico para evitar repetir atrocidades. Internacionalmente, países como Alemania, Austria, Francia, España y Argentina han adoptado leyes contra el negacionismo para proteger a las víctimas y fortalecer la democracia”, indicó el diputado Hernán Palma a través de las redes sociales durante la conmemoración de otro 11 de septiembre, la fecha en que se conmemora la ruptura de la democracia chilena con el derrocamiento del gobierno de Salvador Allende.

SU ORIGEN

René Jara, doctor en Ciencias Políticas y académico de la Facultad de Humanidades, abordó el actual negacionismo que se vive en el país y puso en contexto sobre su origen.

El negacionismo es una práctica en particular que tiene contexto en Europa y tiene que ver con los crímenes nazis, con el holocausto en particular. O sea, cuando se habla de negacionismo, se tiene en contexto esa práctica en particular”.

El profesional agregó que “en el contexto de América Latina tiene que ver justamente con las violaciones a los derechos humanos, y desde ese punto de vista, algunos países en particular han prohibido o han restringido la difusión de ciertos discursos y ciertas expresiones, con el objetivo de recordar de alguna manera lo que es posible de ser dicho en democracia”.

Jara recordó las declaraciones del candidato Partido Nacional Libertario y planteó que “es bien interesante lo que ha sucedido con las afirmaciones de Johannes Kaiser, principalmente porque hubo una reacción del Poder Judicial que de alguna manera se expresó a favor de controlar ese tipo de expresiones”.

Ante esto, el doctor en Ciencias Políticas manifestó que “más que minimizar o no minimizar esas declaraciones, lo que es importante es que, de alguna manera, todas las democracias tienen formas de control y de resguardo de lo que es posible de decir”.

ULTRA DERECHA Y REGULACIÓN DE ESTAS IDEAS

El académico Usach profundizó sobre cómo y por qué ocurre el avance de este tipo de pensamientos e ideologías y aseguró que “de alguna manera, lo que pasa con la sociedad es que se van acostumbrando a tolerar más o menos este tipo de expresiones. Entonces, siempre tiene que ver con cuál es el nivel de tolerancia que cada tipo de sociedad tiene con este tipo de expresiones”.

René Jara abordó por qué con discursos como los del candidato del Partido Nacional se habla del surgimiento de la extrema derecha o de la derecha radical y que a la vez "permiten el surgimiento de  una candidatura como la de José Antonio Kast hace dos periodos y hoy día surge su extremo que sería Kaiser y las propuestas del Partido Nacional Libertario”.

Desde ese punto de vista, el doctor en Ciencias Políticas comentó que “cualquier tipo de norma va a chocar con la idea de que al regular este tipo  de comportamiento, lo que estamos haciendo es tratando de restringir la libertad de expresión. Entonces, aquí la cuestión no necesariamente tiene que ver con si es posible que existan leyes que contengan el negacionismo. Yo creo que más bien la cuestión es por qué ha sido posible que ese discurso que hace 15 años o hace 10 años es intolerable, o si existía más bien no se decía, porque hoy día en la sociedad, en nuestra sociedad chilena se permite”.

Sobre qué lleva a Kaiser a declarar de esta manera, el académico Usach aseguró que “forma parte de un posicionamiento que identifica a un cierto grupo de la población y buena parte del sistema político lo censura, lo ve como refractario, lo ve como una cuestión muy de nicho, no necesariamente importante y, desde ese punto de vista, me parece que leyes de negacionismo, si bien son necesarias, no son urgentes desde el punto de vista de la legislación”.

El profesional manifestó que “probablemente, lo que es más contradictorio de estas medidas es que no necesariamente se traducen en evitar ese tipo de discursos. Esas leyes negacionistas no han evitado que surgan discursos conservadores, negacionistas, neonazis, incluso en varios países que sí tienen legislaciones, y desde ese punto de vista me parece que es mucho mejor pensar en formas de regulación que de alguna manera intenten tolerar lo que es posible, o intenten establecer lo que es posible decir o no en democracia”.

Al profundizar sobre este tema, complementó que “eso se regula desde el punto de vista político muy desde la forma en que existe un incentivo o no para que haya fragmentación o polarización de los sistemas de partidos. Creo que ese es el elemento central, y lo que pasa hoy día es que el sistema político ha permitido que exista radicalización de los discursos de las colectividases políticas.

 

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