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PDI sospecha de trabajadores de edificio donde vivía el exteniente Ojeda

El día del secuestro había dos conserjes de turno, pero uno de ellos, desapareció entre las 02:36 y las 04:03 de la madrugada.

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  • Agencia Aton

  • Domingo 10 de marzo de 2024 - 10:16

La planificación del secuestro del exteniente Ronald Ojeda contó con un elemento clave: el dato sobre cuál era el departamento exacto en que vivía y la hora en que sí o sí estaría durmiendo en su domicilio de la comuna de Independencia de la capital, en la madrugada del 21 de febrero pasado.

Según publica La Tercera, Ojeda trabajaba en una empresa de seguridad en la noche, en turnos de 4x4, es decir cuatro días trabajados y cuatro de descanso. De hecho, el día del secuestro era su primera noche libre de esa semana.

Por lo mismo, la PDI sospecha de un dateo desde el interior del edificio, ya que tras la revisión de las cámaras de seguridad del inmueble se concluyó que los “falsos detectives” que perpetraron el secuestro nunca dudaron dónde tenían que girar al momento de salir del ascensor, una vez que llegaron al piso 14.

“En virtud a los movimientos realizados por los perpetradores del hecho al interior del edificio donde vivía la víctima, como también al análisis de las cámaras de seguridad, es importante señalar que a juicio de este equipo investigativo los captores del afectado habrían contado con información privilegiada, observando que para llegar al departamento 1403 no realizaron movimientos erráticos, llegando de forma ágil y directa”, se lee en uno de los análisis de la Brigada Antisecuestros.

En esa misma línea se detalla que “en mérito a esos antecedentes, se amplió el rango de búsqueda en las cámaras de seguridad, con la finalidad de detectar a alguna persona que haya recopilado información acerca del afectado y su núcleo familiar, pudiendo proporcionar la misma a los perpetradores del hecho”.

EL ROL DE LOS CONSERJES

 Además, el día del secuestro había dos conserjes de turno, pero uno de ellos, según detectó la PDI, desapareció entre las 02:36 y las 04:03 horas de la madrugada.

Este conserje había llegado como reemplazo, inicialmente, por un periodo de 10 días. La policía comenzó a revisar sus registros y llegó al libro de constancia, donde no justificó su larga ausencia durante esa madrugada. A juicio de la PDI esta fue una “situación inusual para el turno de ambas personas”.

El otro de los conserjes -y quien finalmente fue el que recibió a los “falsos detectives” en el hall- recordó ante los investigadores que los delincuentes entraron “portando una carpeta, que al exhibirla me mostró una foto y me consultó por un sujeto, el cual al no reconocerlo me dice que deben ir al departamento 1403, quedándose él conmigo en conserjería y subiendo tres personas más al ascensor y dirigiéndose al departamento antes señalado”.

 “Mientras ellos allanaban el domicilio, los vecinos comenzaron a llamar para preguntar por el ruido; sin embargo, el sujeto me dijo que nos les contestara. Seguidamente, los sujetos bajaron a conserjería trasladando a una persona esposada y en bóxer, sin más ropa, y el sujeto que se quedó conmigo me pidió que abriera el portón rápidamente, por lo que abandonaron el lugar y dejé la constancia en el libro correspondiente”, agregó.

 Luego de eso, recordó que bajó la esposa de Ojeda, quien le pidió llamar a Carabineros. Su compañero, en tanto, no aparecía por ninguna parte, hasta pasadas las 4:00 de la madrugada.

Una vez que pasaron los días, los detectives volvieron al hall del edificio, ahora para revisar en detalle las cámaras de seguridad, llegando hasta el día 12 de febrero, donde detectaron otra situación inusual.

Ese lunes, de acuerdo al informe de la PDI, el conserje que está bajo sospecha “conversó con la víctima en el hall de ingreso y posterior a eso, una vez que el afectado ingresó a su departamento, esperó alrededor de cinco minutos y subió hasta el piso 14, realizando un recorrido en primer lugar hacia el departamento de interés y luego por el resto del pasillo, sin generar ninguna acción ni constancia para su acción”.

Esta maniobra, para los detectives, podría dar luces de la filtración de información de Ojeda desde su propio edificio. “Su acción no es habitual a la realizada por los conserjes, subiendo directamente al piso en el que se encuentra el domicilio de la víctima”, se lee en los análisis.

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