Click acá para ir directamente al contenido

Actualidad

¿Por qué el agua potable a veces huele a huevo podrido? Experta explica las causas detrás del fenómeno

El sulfuro de hidrógeno, producto de bacterias y suelos ricos en azufre, explica el característico aroma que se detecta en algunos hogares. Estas bacterias proliferan con el aumento de la temperatura y en aguas poco oxigenadas, lo que explica por qué este olor puede intensificarse durante los meses más cálidos.

  • Comparte
  • Disminuir tamaño de letra
  • Aumentar tamaño de letra
  • Fabián Escobar

  • Lunes 3 de noviembre de 2025 - 16:40

En distintas zonas del país, cada cierto tiempo los usuarios y usuarias reportan un fenómeno tan curioso como desagradable: el olor a “huevo podrido” que emana del agua potable. Aunque genera alarma y rechazo, este olor no siempre implica un riesgo sanitario. Según explica Cristina Villamar, doctora en Ciencias Ambientales de la Universidad de Concepción y académica de la Universidad de Santiago de Chile (Usach), la causa tiene una explicación química y biológica bastante clara.

“El olor a huevo podrido está vinculado a la presencia de sulfuro de hidrógeno (H₂S), un gas que se produce cuando bacterias sulfato reductoras transforman los iones sulfato en condiciones anaeróbicas, es decir, sin oxígeno”, detalla Villamar. 

DE DÓNDE PROVIENE EL OLOR: ¿DEL AGUA O DE LAS CAÑERÍAS?

La especialista explica que este tipo de olor puede tener más de un origen. En algunos casos, proviene directamente del agua de abastecimiento natural, especialmente si tiene influencia de actividad volcánica o si proviene de pozos o vertientes subterráneas. Sin embargo, en muchos hogares el problema está dentro de las propias instalaciones.

“Las cañerías internas pueden ser responsables cuando estas bacterias se desarrollan como una biopelícula en el calefón o termo. También puede ocurrir en los sifones de los lavamanos, donde la materia orgánica se descompone sin oxígeno, generando gas sulfhídrico (H₂S). Al abrir la llave, el agua desplaza este gas hacia arriba, y parece que el mal olor viene del agua”, explica Villamar.

El fenómeno es más común en zonas con suelos volcánicos o con aguas subterráneas ricas en azufre. “En Chile, la zona centro-sur y sur —desde Maule hasta Magallanes— presenta este tipo de suelos. Las regiones de La Araucanía, Los Ríos y Los Lagos son las que reportan mayores valores de azufre, según datos del INIA”, indica la experta.

No obstante, aclara que la causa doméstica puede darse en cualquier lugar del país, sin depender del tipo de suelo o del origen del agua.

¿EXISTE UN RIESGO PARA LA SALUD?

Aunque el olor puede generar desconfianza, Villamar aclara que no suele representar un peligro sanitario. “El H₂S es tóxico como gas, pero su solubilidad en agua depende del pH. En el agua potable, que tiene un pH neutro, el gas se ioniza en sulfuro (HS⁻), una forma que no es tóxica ni tiene olor”, señala. 

Por ello, si el olor está presente, lo más probable es que el gas se haya liberado al aire y no esté disuelto en el agua. En esos casos, el riesgo está más relacionado con la molestia olfativa que con la salud.

“El marco normativo chileno no establece límites para el H₂S en agua potable, pero la EPA (Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos) recomienda que no supere los 0,05 mg/L, principalmente por motivos de olor y sabor”, agrega.

 QUÉ HACER SI EL AGUA HUELE MAL

La doctora Villamar recomienda una serie de medidas domésticas para eliminar o prevenir este problema:

Identificar la fuente del olor, abriendo distintas llaves y variando la temperatura del agua.

Si el olor proviene del agua caliente, aumentar la temperatura del calefón a más de 60 °C durante dos horas puede eliminar las bacterias causantes.

Si se percibe en agua fría y caliente, dejar correr el agua hasta que el olor desaparezca.

Mantener limpios los sifones y desagües, utilizando mezclas caseras de bicarbonato, agua y vinagre, y asegurando una buena ventilación.

En el caso de pozos o estanques, aplicar aireación o cloración, o usar filtros de carbón activado en las llaves o jarros domésticos.

“El olor a huevo podrido no debe pasar desapercibido, pero tampoco hay que alarmarse. En la mayoría de los casos se trata de un fenómeno natural y corregible con limpieza o mantenimiento”, concluye la especialista.

Te puede interesar