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Punta Peuco: La historia del penal que alberga a los torturadores y asesinos de la dictadura

Condenados como Manuel Contreras, Miguel Krassnoff, Pedro Espinoza, Álvaro Corbalán y Raúl Iturriaga Neumann han transitado por la cárcel, construida en Tiltil en 1995, bajo el gobierno de Eduardo Frei Ruiz-Tagle,

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  • Diario Usach

  • Lunes 2 de junio de 2025 - 15:25

La transformación a penal común de la cárcel de Punta Peuco, una prisión especial destinada a criminales de lesa humanidad, anunciada este domingo por el presidente Gabriel Boric, durante su cuarta y última Cuenta Pública, reabrió un antiguo conflicto que acapara este lunes el debate político.

La controversia se presenta en especial desde la oposición, con la candidata presidencial Evelyn Matthei a la cabeza, quien aprovechó el anuncio presidencial para atacar al mandatario. Así mismo, la diputada del partido de oposición conservador Renovación Nacional, Camila Flores, tildó al mandarario de "miserable" y aseguró que en el penal no hay privilegios.

"Lo invito a conocer el penal de Punta Peuco, se dará cuenta que ni siquiera tiene agua potable y está lejos de ser un penal con privilegios. Usted es un miserable que se llena la boca con los derechos humanos y no es capaz de conocer la realidad de adultos mayores y enfermos terminales que además han sido víctimas de juicios donde no ha habido un debido proceso”, afirmó Camila Flores en redes sociales.

El domingo, durante el evento de la Cuenta Pública, Boric argumentó que "en 1995 se autorizó la construcción de un penal especial destinado a los criminales de lesa humanidad por los delitos ocurridos en dictadura. Era otro Chile y, desde mi punto de vista, no existe justificación alguna para ese privilegio”.

Construida en 1995 bajo el Gobierno de Eduardo Frei Ruiz-Tagle, el Penal de Punta Peuco fue creado mediante un decreto que le otorgó "especiales condiciones de seguridad" en atención a la "particularidad" de quienes serían recluidos: torturadores y asesinos que hoy rondan en su mayoría los 80 años y formaron parte de la policía secreta de la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990).

"Tal como hiciera el presidente (Sebastián) Piñera al cerrar el penal Cordillera, hoy día estamos poniendo fin a Punta Peuco tal como se le ha conocido. Porque no es solamente una medida de justicia, sino también una necesaria gestión de nuestro sistema penitenciario", indicó el mandatario entre aplausos.

EL INTENTO FALLIDO DE BACHELET

Con 3.900 metros cuadrados y ubicada en Tiltil, a 41 kilómetros del centro de Santiago de Chile, la cárcel de Punta Peuco, al igual que el clausurado Penal Cordillera en su momento, es objeto de numerosos debates por los privilegios que supone para sus reos, que no tienen contacto con condenados por delios comunes.

Al momento de su creación, el propio expresidente Ricardo Lagos (2000-2006), entonces ministro de Obras Públicas, se negó a firmar el decreto que permitía su construcción, la primera de una serie de controversias oficiales en torno a su existencia.

Pocas horas antes del término de su segundo mandato presidencial (2014-2018), Michelle Bachelet instruyó el cierre del recinto para concretar una de sus más sentidas promesas. Sin embargo, reveló la exmandataria en una entrevista posterior, su entonces ministro de Justicia, Jaime Campos, simplemente se negó al cierre del penal.

La última vez que Punta Peuco se tomó la discusión pública fue para la conmemoración de los 50 años del golpe de Estado, cuando un sector del oficialismo impulsó con fuerza su cierre, pero no logró convencer al Gobierno.

LOS CRIMINALES

Según indicó el ministro de Justicia y Derechos Humanos, Jaime Gajardo Falcón, a la fecha hay cerca de 140 personas privadas de libertad en Punta Peuco, recinto que tiene capacidad para 130 reclusos.

“Actualmente Punta Peuco está al límite (...) y si se hace un establecimiento penal de carácter común va a tener que determinar Gendarmería si es posible aumentar la capacidad o no”, adelantó el ministro.

Por los módulos de Punta Penco han pasado criminales como Manuel Contreras (1929-2015), el jefe de la Dirección de Inteligencia Nacional (DINA), organismo responsable de perseguir, torturar, exterminar y desaparecer a cientos de personas opositoras a la dictadura, militantes de izquierdas y funcionarios de la Unidad Popular.

Condenados como Miguel Krassnoff, Pedro Espinoza, Álvaro Corbalán y Raúl Iturriaga Neumann, todos sentenciados a muchos años de cárcel por crímenes de lesa humanidad, siguen recluidos en las celdas del penal.

"No hay ninguna justificación razonable para las personas que violaron los derechos humanos y cometieron crímenes de lesa humanidad tengan un trato o régimen penal especial", subrayó el ministro de Justicia sobre una controversia que viene del pasado y que vuelve a la primera plana de la actualidad, en un año con elecciones presidenciales a la vista.

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