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Recetas médicas a las pastillas anticonceptivas: Expertas piden que dure tres años y se renueve junto al control por cáncer cervicouterino

Desde el Instituto de Salud Pública buscan una opción para no alterar los derechos de las mujeres a acceder a este medicamento. María Pilar Sánchez, académica de Química y Biología de la Usach, indicó que es importante el chequeo ya que “la automedicación constituye un riesgo potencial para la salud".

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  • Belén Muñoz B.

  • Martes 17 de junio de 2025 - 15:41

¿Por qué la Cruz Verde está pidiendo receta para comprar anticonceptivos ahora? Me puse a buscar y ni en la Ahumada ni en la Salcobrand están pidiendo. Queremos respuestas”, escribió hace algunas semanas la usuaria @fangirlcntitulo en X (ex Twitter).

Su consulta generó un debate sobre el uso de recetas médicas para la compra de pastillas anticonceptivas y la importancia de no alterar los derechos de las mujeres a acceder a este medicamento.

Esto luego de que tanto el Instituto de Salud Pública (ISP) como el Ministerio de Salud confirmaran que efectivamente existe la obligatoriedad en la solicitud de dicho documento para la venta de estos productos, situación que ha causado dudas y confusión en quienes requieren utilizarlas regularmente.

Verónica Vergara, jefa farmacovigilancia del ISP, explicó a Diario Usach que “desde siempre los anticonceptivos se venden en farmacias bajo receta extendida por profesionales sanitarios autorizados (médicos, matronas), a excepción de los anticonceptivos de emergencia (píldora del día después), que no requieren receta”.

En tanto, María Pilar Sánchez, académica de Química y Biología Usach, quien además trabaja en el área de la Ecofarmacovigilancia (impacto de los medicamentos en el medio ambiente), profundizó sobre por qué se pide esta prescripción.

“Tiene una razón muy clara, que es cuidar la salud de las usuarias, a través de un seguimiento médico donde la automedicación constituye un riesgo potencial para la salud, porque podrían presentar algunos eventos adversos y reacciones adversas. La habitual es que el médico/a o matrón/a evalúan a la paciente y de acuerdo al contexto clínico de la paciente indican en mejor tipo de anticonceptivo”, indicó la experta a Diario Usach.

La profesional agregó que “desde el punto de vista farmacéutico hay varios tipos de anticonceptivos, diferentes formas farmacéuticas (orales, inyectables, asociaciones de más de una hormona, dispositivos, etc.) y cada una de ellos tiene sus indicaciones y restricciones. Un acto responsable de autocuidado y vigilancia para evitar un deterioro en la salud y minimizar los riesgos de desarrollar un evento adverso o reacción adversa está asociado a esta condición de venta”.

Aunque era muy común que las mujeres en Chile compraran las pastillas anticonceptivas sin necesidad de mostrar la receta, María Pilar Sánchez indicó que esta polémica permitirá que las usuarias sepan cuáles son las reacciones adversas que podrían existir si no hay un control médico periódico.

“Para el caso específico de los anticonceptivos, la literatura refiere cambios en los ciclos menstruales, ausencia de la menstruación por alteración del ciclo, sangrado, náuseas, cambios en el ánimo, migrañas principalmente por los estrógenos, sensibilidad en las mamas y aumento de peso. Hay otras reacciones menos frecuentes como un riesgo aumentado a presentar coágulos de sangre, infartos, aumento de la presión arterial, y la posibilidad de un accidente cerebrovascular”, afirmó.

La académica de Química y Biología Usach agregó que “los medicamentos no son dulces y hay que tomarlos con responsabilidad y ello hay que reforzarlo a través de educación a la comunidad que se automedica y tiene acceso a medicamentos fácilmente inclusive en las ferias”.

NO ALTERAR DERECHOS DE LAS MUJERES

La polémica generó diversas opiniones sobre por qué se debe pedir la receta, pero sobre todo preocupación entre las mujeres que lo usan, que no quieren dejar de recibir su tratamiento.

Para dar tranquilidad a la población femenina, desde el ISP indicaron que “en la actualidad las recetas que indiquen expresiones como uso crónico, uso permanente y otras similares, las dispensaciones podrán realizarse hasta cumplido un año desde la fecha de emisión de la receta”.

Sin embargo, para no alterar los derechos de las mujeres a tener su anticonceptivo, plantearon que “se ha propuesto al Ministerio de Salud que la vigencia de las recetas de anticonceptivos coincida con el control para la detección precoz del cáncer cervicouterino, cada 3 años. En este sentido, la visita ginecológica para dicho examen podría ser la instancia para la renovación de la prescripción del tratamiento”.

Desde el ISP agregaron que “por lo que, al emitirse la receta, por parte del médico o matrona, esta debería tener 3 años de validez, independiente, que el prescriptor así lo indique. Al aprobarse esta normativa, es importante es que la paciente mantenga y presente dicha receta”.

Para María Pilar Sánchez es importante que, en algunos casos, los controles sean más seguidos, por si el medicamento genera alguna reacción adversa. “Lo habitual es que los controles sean cada 6 meses dentro de lo razonable donde podrían aparecer algunos signos y síntomas de reacciones adversas, de ahí a prorrogar y extender la receta a un año sería más prudente y ello quedaría con responsabilidad del médico y el contexto clínico de la usuaria. No es lo mismo una usuaria sana que podría usar durante un año un anticonceptivo que otra usuaria con historial de hipertensión, migrañas u otras enfermedades presentes, ahí los riesgos son muy grandes”, aseguró.

MERCADO NEGRO

Ante la confirmación de obligatoriedad en la solicitud de las recetas para la venta de las pastillas anticonceptivas, se teme que muchas usuarias terminen comprando en el mercado negro ante la falta de una oportunidad atención médica.

La especialista María Pilar Sánchez cree que es vital educar al respecto, pero también que se tomen medidas en conjunto, en los diversos estamentos, para que no se pierdan los derechos de las mujeres y no terminen en el mercado negro, donde podrían tener reacciones a los medicamentos si no son los adecuados para su cuerpo.

“Necesitamos muchos esfuerzos integrados a nivel intersectorial e interdisciplinarios en educar y promocionar la salud sexual integral y tener los recursos para una mayor fiscalización relevante que nos permita entre otras problemáticas la venta ilegal en sitios no autorizados y mercado negro, aquí tenemos una deuda pendiente”, comentó la académica de Química y Biología Usach.

Verónica Vergara, jefa farmacovigilancia del ISP, planteó sobre el mercado negro de venta de pastillas que “el comercio ilegal de medicamentos es una situación que ocurre día a día y que se trabaja para combatir en conjunto con las policías a lo largo de Chile”.

Agregó que “cualquier producto farmacéutico que no sea vendido por una farmacia, es considerado un medicamento falsificado, según lo establecido por el Código Sanitario, dado que no es posible validar su calidad, seguridad y eficacia. Las personas que ofrecen productos farmacéuticos en lugares no autorizados se exponen a multas desde el área penal e incluso a una sanción sanitaria”.

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