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Del comentario sexista al contacto físico: El abanico de violencia que enfrentan las enfermeras

Expertas advierten que estas situaciones son frecuentes, están normalizadas y generan efectos graves en la salud mental y estabilidad laboral del personal.

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  • Fabián Escobar

  • Martes 18 de noviembre de 2025 - 15:16

Un estudio elaborado por el Sindicato de Enfermeras de España confirmó que una de cada dos profesionales del rubro ha sufrido alguna forma de acoso sexual en su entorno laboral, revelando la persistencia de prácticas sexistas, agresiones y conductas inapropiadas en espacios clínicos.

Durante la presentación del informe, la presidenta de SATSE, Laura Villaseñor, fue categórica: “Los datos demuestran que el acoso sexual y el acoso por razón de sexo, desgraciadamente, están presentes en los entornos de trabajo en donde ejercemos nuestras profesiones”.

Entre las participantes del estudio, una de cada dos reportó haber recibido comentarios o chistes sexistas ofensivos, mientras que un 27% señaló haber sufrido condescendencia o menosprecio. Asimismo, tres de cada diez afirmaron haber experimentado invasiones deliberadas a su espacio personal y el 22% declaró intentos de tocamientos o roces no consentidos, cifras preocupantes que se acompañan del 11% que recibió proposiciones sexuales explícitas.

“ES UN REFLEJO CLARO DE LO QUE OCURRE EN CHILE”

La encuesta, que reunió las respuestas de 7.400 profesionales sanitarias, expone un problema estructural que, según advierte la académica de la Escuela de Enfermería de la Universidad de Santiago de Chile (Usach), Tiare Moreno, también se replica ampliamente en el país.

Para la profesional estos resultados son plenamente comparables con la situación que vive el personal de salud chileno. “El estudio refleja de manera clara y contundente la realidad cotidiana que viven las enfermeras y fisioterapeutas en Chile. La exposición a comentarios sexistas, discriminación y acoso sexual es frecuente y está documentada desde la formación profesional”, señaló.

Según Moreno, en el país el maltrato verbal, las bromas ofensivas y los estereotipos de género siguen normalizados, incluso en ambientes clínicos donde se espera un nivel superior de cuidado y profesionalismo.

La académica subraya que expresiones cotidianas —como “las enfermeras son las dueñas de casa” o el uso de fórmulas como “las enfermeras y los médicos”— refuerzan desigualdades profundas dentro del sistema de salud. “Este tipo de lenguaje asigna roles de servicio al femenino y jerarquía al masculino. Es violencia simbólica y laboral que afecta la dignidad y el desarrollo profesional de muchas mujeres”, explicó.

La profesional de la salud sostiene que las manifestaciones de acoso sexual en Chile son diversas y abarcan desde insinuaciones verbales y contacto físico no consentido hasta hostigamiento digital o solicitudes de favores sexuales.

“Más del 40% de las mujeres trabajadoras de la salud en Chile ha experimentado acoso sexual en algún momento de su carrera, muchas veces en contextos jerárquicos donde existe abuso de poder”, indicó.

 PROTOCOLOS Y DESAFÍOS PENDIENTES

Sobre los mecanismos para enfrentar estas situaciones, la académica destaca la vigencia de la Ley Karin (21.643) en el ámbito laboral y la Ley 21.369, que regula ambientes libres de violencia en instituciones de educación superior y centros de práctica. Ambas normativas exigen protocolos de prevención, denuncia, investigación y sanción. Sin embargo, advierte que la normativa es insuficiente si no va acompañada de cambios estructurales.

“El sector salud sigue caracterizándose por su fuerte jerarquización y rigidez institucional. La existencia de leyes no garantiza cambios reales si no se avanza en cultura organizacional, liderazgo inclusivo y formación con enfoque de género”, concluyó.

 

 

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