El desierto de Atacama es el desierto cálido más árido del mundo y existe hace millones de años. Sin embargo, durante este largo período, no siempre fue así y tuvo alternanzas entre períodos más húmedos y períodos más secos. No obstante, hasta ahora se desconoce el papel que desempeñaron las corrientes oceánicas, como la de Humboldt, y las temperaturas del océano Pacífico en estos cambios climáticos.
Este es el desafío principal de la expedición “Sonne”, la cual pretende investigar esta interconexión, para comprender mejor el papel del océano en el clima del norte de Chile.
Cyrus Karas, académico del Departamento de Ingeniería Geoespacial y Ambiental de la Universidad de Santiago y uno de los investigadores de esta expedición, señala que el equipo “va a reconstruir las corrientes y temperaturas de la columna de agua, desde la superficie hasta el mar profundo; un lugar interesante donde podemos rastrear los cambios climáticos en el desierto es, por ejemplo, el mar donde desemboca el río Loa. Esto es porque los sedimentos transportados al océano por este río, dependen de la precipitación en el continente”.
ROL EN LA EXPEDICIÓN
Para reconstruir la historia climática, es necesario recuperar núcleos de sedimentos del fondo marino, ya que así es posible imaginar las capas de sedimentos como páginas de un libro del pasado.
Karas añade que antes de dicha recuperación se necesita realizar un estudio exhaustivo del fondo marino con métodos hidroacústicos para identificar ubicaciones prometedoras. “La siguiente recuperación de sedimentos con grúas puede incluir tubos cortos, de menos de un metro, hasta la recuperación de núcleos de sedimentos más largos de varios metros. Luego, abriremos estos núcleos y describiremos la sedimentología y tomaremos muestras para análisis geoquímicos posteriores para reconstruir cambios en el clima del pasado. Todo esto implica un amplio trabajo de los investigadores, porque el tiempo en el barco es muy caro y tiene que ser utilizado eficazmente”.
La línea de investigación del académico es la reconstrucción del cambio climático del pasado, para entender mejor el cambio climático actual y los cambios climáticos en el futuro.
El trabajo en un barco no puede ser realizado por un solo investigador, sino que es un trabajo en equipo. Para la recuperación de núcleos de sedimentos, Karas lo hará en estrecha colaboración con colegas alemanes del Instituto Alfred Wegener, Centro Helmholtz de Investigación Polar y Marina en Alemania (AWI) y de la Universidad de Colonia, el cual proporciona el científico jefe del crucero.
También participan científicos de otros campos de investigación que caracterizan la columna de agua actual, la microbiología, micropaleontología, y que provienen de Chile, Estados Unidos y Reino Unido.
El “Sonne” es uno de los buques de investigación más modernos del mundo, y el área de investigación de esta expedición es de relevancia directa para nuestro país. Conocer los mecanismos que impulsaron los cambios climáticos en el norte del país en el pasado, ayuda a comprender mejor los cambios actuales provocados por el calentamiento global y puede constituirse en un aporte fundamental de la investigación Usach a la comunidad científica internacional.
Este moderno buque de investigación oceanográfica alemán contiene alrededor de 17 laboratorios y posee una capacidad de hasta 40 cupos destinados a tripulación científica.
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