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Investigación

Tienes un Match: ¿Las aplicaciones de citas son lo suficientemente seguras?

Plataformas como Tinder, Grindr y Bumble son cada vez más usadas por personas que buscan pareja o que quieren ampliar sus círculos sociales. ¿Y qué pasa con los datos personales que se solicitan o que se comparten? Sobre este tema profundizó Leonardo Ochoa, académico de la Facultad Tecnológica de la Usach.

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  • Raúl Gutiérrez Velásquez

  • Martes 23 de septiembre de 2025 - 08:23

¿Alguna vez ha utilizado Tinder o Bumble para conocer gente? Según las cifras entregadas en 2024 por Corpa Estudios de Mercado, es muy probable que la respuesta sea positiva.

De hecho, los números correspondientes a un análisis realizado en un grupo de hombres y mujeres mayores de 18 años, pertenecientes a los grupos socioeconómicos ABC1, C2 y C3 y residentes en la Región Metropolitana, señalan que el 39% de los consultados reconoció haber ocupado una aplicación de citas y que el 7% se mostró dispuesto a utilizarlas

Las cifras son llamativas y dan cuenta de una realidad: hoy los chilenos y chilenas están utilizando este tipo de instrumentos para ampliar sus círculos sociales. Y con esto, se muestran dispuestos a suministrar los datos personales que estas plataformas les solicitan para poder generar los “matches”.

LA ENTREGA DE DATOS PERSONALES 

En el caso de Bumble, famosa aplicación que se describe a sí misma como “una buena manera de encontrar gente en tu zona”, lo que se solicita a un interesado o interesada para la apertura de una cuenta es la información de su número de teléfono, o en su defecto, el nombre de su usuario de Facebook o su ID de Apple. Y, en el caso de Tinder, lo que se pide es el número de celular o un correo electrónico.

A esto, se suma la posterior petición de una fotografía y de algunos aspectos que permitan dar a conocer algunas de las características más llamativas de una persona para que clarifique su “identidad virtual”.

Pero este mecanismo (que para muchos y muchas es muy común) ¿genera algún tipo de riesgo para sus usuarios? Según Leonardo Ochoa, académico de la Facultad Tecnológica de la Usach y analista en sistemas, “ninguna aplicación de este tipo es 100% segura”.

El especialista sostiene que “las apps más reconocidas (como Bumble o Tinder) suelen tener mejores sistemas de verificación, pero siempre existe un margen de riesgo. Por lo mismo, la autoprotección basada en el sentido común es clave”.

En esta misma línea, Ochoa manifiesta que “muchas aplicaciones cuentan con políticas de privacidad y medidas de seguridad, pero no todas ofrecen el mismo estándar. Tanto así, que algunas han sido cuestionadas por filtrar datos o vender información para fines publicitarios (como lo ocurrido con Tinder y Grindr en 2020)”.

Por lo mismo, el académico subraya que, aunque se solicite, nunca se deben compartir documentos de carácter oficial (como la que aparece en la cédula de identidad, el pasaporte o las cuentas bancarias), claves, direcciones domiciliarias o laborales y las referencias financieras.

DATOS, INTERACCIÓN Y RIESGOS

Una segunda arista en este tema tiene que ver con lo que las personas cuentan después de hacer sus respectivos “matches”. Aquí, el académico de la Facultad Tecnológica de la Usach sostiene que, pese a que los intervinientes crean que un diálogo es seguro, hay que aplicar un autocuidado.

No hay que compartir información sensible con desconocidos y siempre hay que verificar la coherencia de los perfiles antes de seguir avanzando con las interacciones”, comenta.

¿Los fraudes más comunes? Leonardo Ochoa asegura que “las estafas más usuales están asociadas a solicitudes de dinero (‘romance scams’), las suplantaciones de identidad, perfiles falsos y enlaces maliciosos”. 

Por lo mismo, el académico reitera que el número telefónico no debe ser entregadohasta el establecimiento de una confianza real” y sugiere que para no ceder ante ese tipo de solicitudes “es mejor utilizar las funciones de mensajería que se incluyen en dichas aplicaciones”.

Ahora, si es que se llegan a producir situaciones de acoso u hostigamiento, el profesional explica que, lo primero que se debe hacer es reportar dentro de las mismas aplicaciones. “Y si hay existencia de algún perjuicio económico, se recomienda acudir a la policía o a las unidades especializadas en delitos informáticos”, manifiesta.

Finalmente, ¿se recomienda que las personas que han sido víctimas de este tipo de situaciones vuelvan a utilizar una aplicación de citas? Para Leonardo Ochoa, la respuesta varía de acuerdo a “la gravedad de la experiencia”.

“Si alguien se vio afectado por una estafa, o un hecho riesgoso, es mejor que reconsidere su uso o que busque plataformas distintas, pero siempre reforzando medidas de seguridad personal”, concluye.

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