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Investigación

Lo dice la ciencia: La música relaja y ayuda a reducir el cortisol o adrenalina de la persona

Fernando Ortiz, neurofisiólogo y académico de la Facultad de Química y Biología de la Usach, explicó por qué se produce este fenómeno, qué melodías funcionan mejor y cuál es el mejor horario para escuchar.

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  • Belén Muñoz B.

  • Viernes 11 de julio de 2025 - 16:34

Escuchar tu canción favorita e inmediatamente transportarte a otro mundo. Ya sea pop, rock, reggaetón, jazz o incluso heavy metal, la música tiene un impacto tan potente que puede inducir un estado de relajación al sincronizarse con los ritmos naturales del cuerpo, como la respiración y el ritmo cardíaco, lo que puede llevar a una sensación de bienestar y tranquilidad.

Quizás por esta razón es que era utilizada por filósofos antiguos, desde Platón hasta Confucio, como una herramienta para la calma y la reducción del estrés.

La música puede tener un profundo efecto tanto en las emociones como en el cuerpo, por lo que muchas veces en el deporte se usa para incentivar el entusiasmo, mientras que los dentistas ponen música para calmar a los pacientes nerviosos.

Investigadores de la Universidad de Stanford han afirmado que escuchar melodías parece tener la misma capacidad para modificar el funcionamiento cerebral que los medicamentos.

Pero, ¿cuál es el impacto de la música en las emociones y la salud mental? Fernando Ortiz, neurofisiólogo y académico de la Facultad de Química y Biología de la Usach, señaló que “la salud mental y las emociones van a ser un resultado de la actividad del cerebro y la interacción del dueño de ese órgano, del individuo, con el resto de su entorno. En este sentido existen varios estudios que han medido cambios en los sistemas, en las personas, en pacientes sanos respecto a exposición musical”.

El profesional también señaló que existe un tipo de melodías que hace que se produzca una mayor sensación de relajo. “Hay hartos datos que indican la correlación de música de baja frecuencia, lenta y la que induce más relajación. Esto porque después cuando tú mides moléculas como cortisol o adrenalina, que son moléculas clásicas de marcadores de estrés, están reducidos”, complementó.

Incluso, el neurofisiólogo aseguró que hay otros estudios donde se muestra cómo la música también interfiere en cómo reacciona el cuerpo. “Se ha visto en moléculas inflamatorias, donde se ve que la música reduce no solo el estrés emocional, sino que también la ansiedad biológica, que depende de generación de moléculas que son dañinas como el estrés oxidativo”.

El académico Usach reveló que también existen análisis sobre la ansiedad, el estrés y la depresión, donde se pueden ver los beneficios que ocurren al apretar play para escuchar sus canciones favoritas. “Se muestran efectos muy positivos de ciertos tipos de música en reducir las moléculas que están relacionadas con esto, como el cortisol y la adrenalina, que afectan a las emociones”, confesó.

RITMO MUSICAL

Algunos estudios científicos han evidenciado que frecuencias específicas, ritmos pausados y tonos bajos constantes que sincronizan con el ritmo cardíaco pueden ayudar a disminuir el estrés. Sobre este tema, Fernando Ortiz señaló que “efectivamente, los ritmos más pausados y los tonos bajos constantes suelen tener mejores efectos particularmente en el ritmo cardíaco”.

Es por esta razón que durante la última década ha surgido gran interés en utilizar la música como herramienta terapéutica en la rehabilitación neurológica, y se han desarrollado nuevos métodos basados en música para mejorar déficits tanto motores, cognitivos, de lenguaje, emocional y social en personas afectadas por diversas condiciones, en distintas etapas de la vida.

“La música de terapia hace rato que se hace y bueno el ritmo que tiene la frecuencia del corazón suele tener efectos súper positivos para la presión arterial, por ejemplo. Baja la presión arterial, la reduce”, contó el neurofisiólogo.

El profesional agregó que “aumenta la variabilidad de la respuesta cardíaca, que eso es algo bueno porque te genera mejores respuestas. Y, de hecho, lo contrario pasa con música un poquito más acelerada. Cuando te pasas de 120, 140 beats por minuto, que está mucho más arriba del ritmo cardíaco, que suele ser alrededor de 70, 60, 70, 80, (esa música altera un poquito, aparentemente, el sistema parasimpático. Entonces te genera aumento de la presión arterial, aumento de la frecuencia cardíaca”.

Sobre si existe una mejor hora para escuchar música, el profesional aclaró que “la mayoría de los estudios muestran que, en la noche, antes de acostarte es un buen periodo para escuchar melodías relajantes que va a tener efectos positivos medibles en todas las moléculas como cortisol y adrenalina, y en el sistema cardiovascular”.

Agregó que “los estudios más recientes te dicen que unos 30 o 40 minutos antes de acostarse se recomienda escuchar música de baja frecuencia y que eso genera unos cambios fisiológicos que te preparan para dormir mejor”.

ESTILOS DE MÚSICA

Aunque pueda parecer contradictorio, diversas investigaciones científicas establecen que escuchar heavy metal puede ayudar a reducir el estrés y la ansiedad, e incluso promover la relajación en algunas personas.

Sobre este tema en particular, Ortiz comentó que “si el heavy metal o el jazz para una persona o para otra puede funcionar mejor, me aventuraría a decir que seguramente hay una relación entre el tipo de música y la persona que eres, porque siempre estamos hablando de interacción”.

El profesional planteó que “en el fondo, cualquier señal que reciba tu sistema nervioso central, tu cerebro, no va a encontrar un cerebro en blanco, encuentra un cerebro con experiencias y un cerebro que tiene un individuo que tiene memoria, recuerdos, vivencias”.

El académico usach profundizó sobre esto y agregó que “por lo tanto, el efecto externo, no solo de la música, sino que, de cualquier cosa, de un aroma, de una fotografía, el efecto del aroma, la fotografía o la música va a depender de la experiencia que tenga ese individuo. Por lo tanto, no me extrañaría, aunque lo desconozco, quiero ser bien enfático en eso, yo no lo sé, habría que mirar estudios al respecto, no me extrañaría nada que así fuese, porque, de nuevo, el cerebro no es una tabla vacía, una tabla rasa, donde da lo mismo que cerebro sea, sino que lo que importa es el estímulo”.

Por último, el profesional enfatizó que “los mecanismos celulares, cómo la célula responde a la música se desconocen por completo. No hay estudios que muestren fehacientemente cómo la música va a generar una reducción de ciertos neurotransmisores de la química cerebral. No hay estudios que muestre cómo sucede, cuál es la forma. Aun cuando existe la correlación, la músicaterapia genera cambios fisiológicos, genera otros cambios en la química cerebral y la fisiología cardiovascular, pero el mecanismo exacto lo desconocemos”.

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