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Independencia postergada: Las barreras económicas y sociales que enfrentan los jóvenes para dejar el hogar familiar

Chile es el país de la región con mayor proporción de personas trabajadoras que aún vive en el hogar familiar. Bajos sueldos, el alto costo de la vida o cambios culturales obligan a muchos a postergar la independencia y vivir en el techo de los padres.

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  • Fabián Escobar

  • Jueves 7 de agosto de 2025 - 10:59

Un estudio publicado por la empresa Laborum reveló una impactante realidad que viven miles de personas en el país: la incapacidad de independizarse económicamente e irse de la casa de los padres. Según la investigación, el 90% de las personas trabajadoras considera que independizarse hoy es más difícil que hace diez años. Además, el 62% de los consultados y consultadas menciona que aún vive con su familia o en el hogar familiar.

Según la investigación, Chile es el país de la región con mayor proporción de personas trabajadoras que aún vive en el hogar familiar. Le siguen Ecuador (58%), Argentina (57%), Perú (56%) y Panamá (53%).

Además, el 36% de los y las trabajadoras que actualmente vive con su familia regresó al hogar familiar luego de haberse independizado en algún momento; mientras que el 64% aún no lo han logrado.

Por otra parte, el 97% de las personas trabajadoras en Chile dice que tiene el deseo de independizarse. Sin embargo, entre las principales razones que lo impiden, el 42% señala que su salario no le alcanza; el 35% dice no tener trabajo o no contar con uno estable; y, el 9% prefiere vivir con su familia para poder ahorrar dinero y tener más libertad financiera.

Para los especialistas, esta tendencia muestra una clara dificultad económica frente al alza del costo de la vida, pero también un cambio cultural muy fuerte en las expectativas, las motivaciones y las condiciones que requieren los adultos jóvenes para poder independizarse y salir de la casa.

“Se han postergado las relaciones de pareja permanente, se ha postergado la natalidad y eso ha llevado a los adultos jóvenes a prolongar un periodo de latencia en el hogar familiar, ya que tienen todas las posibilidades de hacer una vida cotidiana, con todos sus elementos propios de la adultez, no teniendo unas situaciones de jerarquía o de máximo autoridad sobre ello. Hay un estado de confort, un estado de condiciones muy favorables para permanecer en el hogar familiar y no dar el paso afuera”, comentó Sergio González, Investigador en psicología social y cultural, y académico de la Universidad de Santiago de Chile.

Otro factor a considerar al momento de independizarse es el económico. Para el experto, asumir un proyecto de vida adulto requiere un stock de recursos cada vez más lejano en las economías personales del 2024, como departamento o casa propia, auto, un trabajo que se considere estable y relativamente permanente.  

Mantener un hogar es caro y en ese sentido es un problema la independencia. Por lo tanto, es necesario regenerar condiciones para poder articular el proyecto de vida que hoy día tiene muchos requerimientos y demandas”, sostiene González.  

Uno de los patrones que se ha masificado en los últimos años, es el que muestra a una persona que mantiene un trabajo estable, pero que no puede cumplir con otros requerimientos, como una casa propia, y prefiere mantenerse en el hogar familiar como una forma de solventar gastos.

“Muchas personas viven en casa de sus padres, pero manejan su propio dinero y no solventan todos los gastos que producen. De alguna manera se mantiene el patrón tradicional de que los padres mantienen los gastos permanentes y los jóvenes contribuyen. Hay una independencia económica oculta al estar en el hogar familiar. Se mantiene una independencia con el propio dinero que se genera, pero al mismo tiempo al estar en el hogar familiar les implica una situación de comodidad”, sostiene el experto.

 

 

 

 

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